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35 INTELIGENCIA ARTIFICIAL del aprendizaje profundo, la apuesta más contundente son los algoritmos de redes neuronales adversarias, o antagó- nicas: el sistema cuenta con dos redes neuronales que ante un objetivo dado –como puede ser ‘ganar’ en un juego o discriminar entre imágenes reales de las creadas por un algoritmo– compiten entre sí indefinidamente mejorándose a sí mismas en cada partida; el gene- rador se lo pone cada vez más difícil al discriminador que a su vez perfecciona su respuesta y sube el listón al gene- rador en su siguiente reto, haciéndose más eficientes el uno al otro cuanto más juegan. Lo que una red gana lo pierde la otra, es lo que se conoce como ‘ juego de suma cero’ según la teoría de juegos. LA NUEVA CIENCIA, LA NUEVA SALUD En el ámbito de las ciencias de la vida y de la salud las tecnologías de inte- ligencia artificial se han revelado ya como herramientas de gran potencial transformador para las sociedades. El estallido de la última emergencia glo- bal, con la irrupción del virus SarsCov2, lo demostró, consiguiendomediante la aplicación de técnicas de IA desarrollar múltiples vacunas en tiempo récord en diferentes lugares del mundo. Uno de los retos de la aplicación a gran escala de los sistemas de aprendizaje basados en la IA es la obtención de los datos masivos necesarios para entrenarlos, especialmente en materia de salud. El Big Data es capaz de leer miles de datos, clasificarlos y extraer conclu- siones de carácter estadístico, pero primero es preciso reunir y compartir grandes volúmenes de datos sanita- rios anónimos. Algunas herramientas de inteligencia artificial pueden ayu- dar en la labor, ya que son capaces de completar e interpretar miles de expe- dientes con el reconocimiento óptico de caracteres (OCR) o el dictado y el escaneo automatizado basado en el procesamiento del lenguaje natural, por ejemplo. Alimentar estos algorit- mos con datos permitirá a los sistemas realizar simulaciones virtuales que aportarán mayor rapidez, precisión y personalización en los diagnósticos y tratamientos, y también transformarán radicalmente los procesos de desa- rrollo de fármacos, diseño de ensayos clínicos o gestión hospitalaria. En el campo de la biotecnología, la inteligencia artificial está teniendo un enorme impacto. Y en el punto demira, los robots biológicos. Los primeros bio- rrobots capaces de autopropulsarse y moverse de forma colectiva fueron logro de investigadores del Instituto de Bioingeniería de Catalunya (IBEC), liderados por el profesor Samuel Sánchez. Hoy este equipo está dise- ñando biorrobots personalizados para tratar tumores de vejiga. En el futuro los biorrobots se encargarán, por ejemplo, de transportar fármacos a la diana marcada, aumentando la efec- tividad de los mismos y reduciendo e incluso eliminando en algunos casos los efectos secundarios; viajar hasta el preciso lugar donde debe cortar y pegar una secuencia genética para acabar con una enfermedad rara; reparar tejidos dañados después de un infarto, o dirigirse a la caza y eli- minación de toda célula sospechosa o cuerpo extraño. También veremos la evolución de la biología sintética, que permitirá personalizar los orga- nismos mediante la configuración del ADN. Las posibilidades que abre el crecimiento exponencial de nuestros conocimientos sobre los mecanismos de funcionamiento del mundo y de la vida nos aboca a campos inexplora- dos y difícilmente imaginados hasta ahora; las líneas de investigación que combinan neuronas humanas y chips, son un ejemplo. El proyecto, en el que participa la Universidad de Barcelona, se llama Neu-ChiP y trata de determi- nar si es posible introducir una ‘parte humana’ en las computadoras. Todo hace pensar que veremos avances espectaculares en los próximos años. En palabras de José Ignacio Latorre en su libro Ética para máquinas: “La ciencia dura, la biología molecular y celular, avanza de forma imparable hacia una comprensión mayor de los mecanismos que nos mantienen vivos. Llevamos menos de un siglo desde que los humanos comprendieron los primeros detalles del ADN. Nos lle- vará un tiempo entender suminucioso funcionamiento. Pero no hay duda, comprenderemos, interferiremos, manipularemos la química de la vida”. Como vemos, el tradicional método de prueba-error está siendo desplazado por las simulaciones virtuales en todas las áreas, también en la industria, que cuenta con una tecnología al alza y que se ha desplegado especialmente en sector de la salud. Se trata de los llamados Digital Twins, réplicas virtua- les que, por ejemplo, en instalaciones industriales, simulan los procesos pro- ductivos, manejando información en tiempo real. La versión analógica, y precedente de esta filosofía, fue el módulo gemelo del Apolo 13 en la Tierra, que sirvió para salvar la vida de los astronautas y completar con éxito una misión con margen cero para el error. Y si un ámbito de la robótica industrial se consolida por momen- tos es el de los robots colaborativos. El uso de la IA en la atención sanitaria no sólo beneficiará a hospitales ymédi- cos, también al ciudadano, que podrá acceder a múltiples herramientas de salud desde sus dispositivos portátiles. Existen numerosas investigaciones en marcha que permitirán a corto plazo, por ejemplo, detectar con la cámara del teléfono señales tempranas de un posible cáncer de piel; también mediante el teléfono móvil, detectar posibles signos de la enfermedad de Parkinson por los cambios en la voz, o por irregularidades en el movimiento al caminar. Pulseras y relojes inteligentes pueden ya realizar electrocardiogramas en tiempo real, y se estudian como soporte a la teleasistencia. Las etiquetas inteligentes, que incorporan tecnología IoT, colocadas en lugares que el usua- rio utilice cada día, como la nevera, el pastillero o la puerta del baño –se comercializan en kits de 5 etiquetas–,

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