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7 I+D nes de euros, lo que supone un nuevo récord histórico del sector y la con- firmación de la tendencia creciente de esta partida en los últimos años. Del mismo modo, el empleo directo de las compañías asociadas a Farmaindustria en tareas de inves- tigación y desarrollo creció en 2019 un 4,2% y alcanzó las 5.006 personas, lo que supone también un nuevo máximo histórico. A esto se suma la elevada cualificación del personal investigador de la industria farma- céutica, que sigue siendo uno de sus principales rasgos diferenciales: el 88% de esos cinco mil investigadores son titulados superiores universita- rios (licenciados, grados y doctores). Pero en el avance de los nuevos tratamientos no sólo importan las cifras. ¿Quiénes lo hacen posible y qué les mueve? ¿Quiénes bombean el corazón de la investigación de los nuevos fármacos? EN PRIMERA PERSONA Para responder a estas pregun- tas, Farmaindustria promueve en redes sociales la iniciativa #InnovamosParaTi. En ella, la socie- dad en general podrá conocer, por boca de algunos de sus protagonis- tas y a través de pequeños vídeos, qué significa trabajar en el proceso investigador de los medicamentos del futuro, por qué decidieron dedi- car sus carreras a este campo o cómo viven cada día su experiencia. Así, Carla Mateo, del Departamento de Investigación Clínica de Menarini, cuenta que para ella la esencia de la investigación se resume en esta frase: “Cuando crees que tie- nes todas las respuestas llega el universo y te cambia todas las pre- guntas. Y eso es lo que pasa con las enfermedades: cuando crees que has encontrado un nuevo tra- tamiento o terapia aparecen otras nuevas enfermedades y tienes que reiniciar el proceso”. Javier Mendiola, investigador del Centro de I+D de Lilly, destaca de su trabajo el “aprendizaje continuo que tiene como fruto tomar conciencia de que algo increíble va a ser conocido”. Esta misma pasión sigue estando, tras 20 años de experiencia, en Montserrat Farnós, experta en desarrollo de Bayer: “Cada pequeño logro o nuevo cono- cimiento sirve para inyectarme una nueva dosis de energía”. José Casatorres, científico investigador de Mejora de Procesos en la planta biotecnológica de Merck, subraya la importancia de mantenerse “conti- nuamente actualizados en los avances de la ciencia, pero a la vez conocer y manejar las nuevas tecnologías deri- vadas de estos avances”. Eva María López Román, científica del centro de investigación en patologías emergentes de GSK, apunta: “Lo más importante es quemi trabajo contribuye a que cada día estemos más cerca de conseguir una nuevamedicina que sal- vará vidas”. Y añade: “Si algo ha puesto de manifiesto esta pandemia es que estamos faltos de nuevas medicinas para superar ésta y otras muchas enfer- medades, por lo que la investigación farmacológica no es una opción sino una necesidad básica”. Conseguir “un futuro mejor” es lo que impulsa el trabajo diario de Francisco Fernández Campos, responsable de Desarrollo Galénico de Productos Tópicos y Orales de Reig Jofre, al igual que en el caso de Carmen Montoto, directora médica, de Calidad y de Regulatorio de Takeda: “Lo que hace- mos tiene el objetivo único de mejorar la vida de personas a las que no conoce- mos, pero que están ahí, y sus médicos están ansiosos por que les facilitemos herramientas que les ayuden a hacer mejor su trabajo”. n

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