F91 - Ferretería y bricolaje

EMPRESAS FAMILIARES 73 También es buena idea irles contando cómo es el día a día y la realidad en nuestra empresa familiar, siempre adaptando el discurso a la edad que tengan. Y, además también podemos hablarles con naturalidad sobre otras empresas familiares cercanas y que conocen, como la ferretería o la panadería a la que vamos habitualmente a comprar, o la marca de galletas que consumen. Cuando ya son adolescentes, podemos comentar con ellos noticias sobre empresas familiares de gran tamaño, como Mercadona o Inditex, para despertar su interés. Por otro lado, tenemos que buscar formas de hacerles partícipes del negocio de una forma tangible para que lo conozcan de primera mano y sientan la empresa como suya. Por ejemplo, podemos llevarles de pequeños a hacer una visita guiada a la fábrica, tienda o despacho y cuando sean un poco más mayores pueden hacer prácticas de verano o durante las Navidades en el negocio. Por nuestra parte, como padres, es importante que aprendamos a usar la percha para separar cuando estamos en el rol de padres (familia) y cuando en el de trabajadores (empresa) y accionistas (propiedad), respetando los espacios de ocio y para la familia. Además, es importante evitar trasladar los conflictos de la empresa familiar a los hijos y a nuestras parejas, así como evitar que los problemas de trabajo traspasen el horario laboral para que los niños no se lleven una impresión sesgada y negativa de la compañía. En caso de que decidan trabajar en la empresa familiar, para motivarles y que efectivamente quieran dar el paso de asumir el relevo generacional en el medio plazo, es importante ser humildes, pacientes y generosos con ellos. Como generación saliente debemos entender que la nueva generación también tiene mucho que enseñarnos y tenemos que ser capaces de darles su espacio para que paulatinamente puedan crecer y adquirir más responsabilidades. Fomentar la escucha empática, mantener una comunicación fluida y transparente, compartir con ellos la información necesaria y generar confianza son claves imprescindibles para acercarles la empresa familiar. Y, evidentemente, cuando finalmente llegue el momento del relevo generacional, no debemos barrarles el paso o frenar su promoción para no desmotivarles y alejarles de la empresa. En este punto, puede ser de gran ayuda elaborar un Protocolo familiar para que todo el mundo entienda el proceso y su rol presente y futuro. Debemos saber jubilarnos del día a día, esto es, la gestión, para que la siguiente generación pueda encontrar su lugar de forma progresiva, con nuestro acompañamiento y apoyo. Desde los órganos de gobierno, como administradores, podremos seguir aportando mucho valor, pero sin obstaculizar el relevo y el papel de los jóvenes, para que puedan ejercer su papel de sucesores de la empresa familiar. n

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