DECORACIÓN 15 ¿Por qué cambiar el logotipo después de más de 50 años? Albert Sangenís: La decisión no fue fácil, pero creemos que necesaria. Son 50 años en los que el logotipo había sufrido solo un restyling muy sutil junto con un cambio de imagen del packaging, y de eso hacía ya muchos años. El cambio de logotipo responde a una necesidad básica que es que la marca sea claramente legible, hasta ahora no lo era, y si queremos que quede en la mente del consumidor, tiene que ser así. También era necesaria una puesta al día que fuera acorde a las tendencias actuales. Jordi Albaladejo: Me gustaría añadir, para no enfocarnos solo en el cambio de logotipo, que hemos optado por un proyecto completo de rebranding. El objetivo principal es mantenernos como una marca referente, diferencial y sostenible en el tiempo, siendo atractivos tanto para clientes como para el consumidor final. De esta manera nos posicionamos mejor y diferente al resto de marcas tradicionales del sector, apostando por un enfoque a la innovación y al estilo de vida del consumidor final. Además de la imagen del packaging, ¿han tenido en cuenta factores como la sostenibilidad y el reciclaje de sus materiales? A.S.: En este momento el objetivo inmediato y que ya está en marcha es dejar de utilizar plásticos no reciclados en los envases, a plásticos que, si lo son, como el rPET. Idealmente la solución pasa por eliminar completamente el plástico, pero ésta no es posible en muchos productos. Próximamente, presentaremos algunos artículos de nuestro catálogo en los cuales eliminamos el blíster. Desafortunadamente esta solución no es aplicable a todos los productos. J.A.: Este fue un punto complejo en el que estuvimos viendo varias posibilidades, con la intención de valorar presentaciones más ecológicas al tradicional blíster (uno de nuestros packaging mayoritarios). En algunos productos sí que iremos viendo la eliminación del blíster para pasar a formatos sin plástico, pero hay gamas concretas que por ahora es difícil encontrar un packaging que permita ver el producto con gran claridad, que vaya bien protegido y que el coste de fabricación sea asumible. De hecho, en una familia concreta de producto, ya teníamos un nuevo planteamiento más ecológico y tuvimos que dar marcha atrás. A raíz de realizar pruebas piloto en tienda con consumidores finales, nos dimos cuenta de que no acababa de ser práctico, rompiéndose con facilidad e incrementando la posibilidad de hurtos. Creo que encontrar una buena solución de packaging sostenible será uno de los principales retos en el que nos encontraremos los fabricantes en los próximos años. ¿Ya tenéis feedback de retailers y de consumidores sobre esta nueva imagen y los nuevos envases? J.A.: Sí, estamos contentos con la respuesta de los clientes porque está siendo muy positiva. Todos coinciden en que se ve una imagen más limpia, fresca y moderna. En cuanto a consumidor final, además comentan que el producto destaca con los nuevos envases y que es fácil encontrar por tipología de producto gracias a la nueva paleta cromática. Aunque es cierto que al inicio del proyecto hicimos un estudio de mercado y luego antes del lanzamiento también hicimos varios tests y focus groups (aspecto que nos daba más confianza con el resultado), la verdad es que no las tienes todas hasta que el mercado en general te traslada su opinión. Conversión del logo de Inofix. Érika Lera y Raúl Gimenez, miembros del departamento de Marketing responsables del proyecto de rebranding de Inofix.
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