Interempresas Ferretería y Bricolaje

61 EMPRESAS FAMILIARES ¿Cuáles son los principales problemas que deben afrontar las empresas familiares del sector de la ferretería? Aunque pueda sorprender en el contexto actual de pospandemia, inflación y ralentización económica, en las empresas familiares la mayoría de los problemas se deben a conflictos familiares y a dificultades en el relevo generacional, y no a cuestiones económicas o de gestión del negocio, como se podría pensar. Como ejemplos, los problemas que vemos más a menudo son la mala comunicación, la falta de visión compartida, las peleas, las rivalidades, el trabajo intergeneracional y entre hermanos y primos, las diferencias de intereses entre los socios y la presencia de familiares políticos y de familia extensa en el negocio. Además, en el caso del sector ferretero, nos encontramos con mucha frecuencia con otra dificultad, que es la falta de sucesores dentro de la familia (hijos o sobrinos) que quieran continuar con el proyecto de la familia, sobre todo cuando se trata de pequeños negocios. ¿Hay alternativas cuando no hay ningún sucesor que pueda o quiera continuar con la empresa familiar? Haberlas, las hay, aunque no son opciones fáciles. Por un lado, se puede optar por vender el negocio o alguna de sus unidades productivas y, cuando sea pertinente, incluso se puede continuar la empresa familiar como empresa patrimonial. También es posible que personas ajenas a la familia continúen el negocio, bien manteniéndonos nosotros como propietarios y cediendo totalmente la gestión a profesionales independientes, o bien cediendo y transmitiendo completamente el negocio a los trabajadores. En algunos casos, sin embargo, no queda más remedio que liquidar y cerrar el negocio, ya sea porque los resultados económicos no son los deseados, porque hemos dejado de ser competitivos, porque el ciclo de vida del negocio ha llegado a su fin o porque no encontramos a nadie interesado en continuar o adquirir la empresa familiar. Cuando sí que hay relevo generacional, ¿cómo sabe un padre o madre que ha llegado el momento de ceder el relevo a sus hijos y jubilarse del negocio? No hay un momento exacto que indique que ha llegado el momento; al final, es algo que depende de cada caso. Como orientación, podemos decir que, cuando los padres se sitúan en la órbita de los 55-58 años, puede ser buen momento para empezar a preparar el relevo y, si los hijos ya se han formado y así lo desean, se puede empezar a incorporar a la siguiente generación al negocio para que poco a poco vayan aprendiendo los conocimientos necesarios para gestionar el negocio y adquiriendo responsabilidades. A partir de aquí empezará un periodo de cohabitación de ambas generaciones dentro de la empresa familiar. “La mejor manera de preparar el relevo es redactar un Protocolo familiar que ayude a planificar como se cederá el testigo a los hijos y que también recoja las normas que deben regir la relación familiaempresa-propiedad en el futuro”

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