34 CANAL TRADICIONAL de personal. Es evidente que pueden ser más competitivos porque tienen muchos menos gastos. Ante esto no vamos a poder luchar porque todos somos partícipes”, en palabras del president del Gremi. Esta complicidad de algunos agentes del sector que realizaron “algunas locuras comerciales en Internet, muchas promovidas por el propio fabricante, pero otras tantas por nuestros propios compañeros, que usaban la plataforma para reventar según qué precios, con márgenes que no tenían explicación” ha hecho plantearse al Gremi “crear un nuevo escenario”. Porque “si es tan fácil cambiar el modelo, ¿por qué no nos apuntamos al carro? Algunos de nosotros, que tenemos unos cuantos establecimientos y otros tantos empleados, nos quitaríamos muchos dolores de cabeza teniendo menos cosas a gestionar”. Pero si incluso los comerciantes de proximidad cambiaran el paradigma habría causas-efectos irrecuperables. Por ejemplo, “en un escenario en el que, de entrada, se van a vender los mismos productos con un margen más reducido y menos facturación” el Estado recaudaría menos IVA. En cuanto al impuesto de bienes económicos, IAE, se reduciría también dependiendo cuál es la sede fiscal de la empresa que vende los productos y su facturación. En cuanto al gasto de personal, alquileres, suministros, comunicaciones, tributos, amortizaciones, seguros o servicios profesionales es evidente su reducción al centralizar los envíos desde un centro logístico. “Si una actividad destruye valor en la sociedad anulando puestos de trabajo hay que compensarlo de algunamanera, o bien con la creación de otras actividades que compensen estos puestos de trabajo o bien subiendo los impuestos que tendrán que pagar los empresarios y el resto de ciudadanos. En general, se incrementarían los impuestos y subiría la carga fiscal”. Este modelo también pone en peligro ingresos como son los de la Seguridad Social, el IVA y la mayoría de los municipales, cosa que implica la distribución de riqueza por el territorio. “Al final, los ingresos se acaban concentrando alrededor de donde están los centros logísticos”. Para mostrar este empobrecimiento con datos plausibles, el estudio del Gremi plantea tres posibles escenarios. En una primera hipótesis, se plantea que desaparecieran el 50% de las ferreterías de Catalunya, con la consecuente destrucción del 50% de puestos de trabajo. El cálculo es de una recaudación de 65,89 millones, que supone una caída del -27,41% de la recaudación de impuestos. En el segundo escenario, la destrucción del 25% de los establecimientos, la caída llegaría al 13,70% de los impuestos. La última hipótesis es que cierran un 10% de las ferreterías, que conllevaría una caída del 5,4%. Lo que evidencia el informe es que el comercio online empobrece la sociedad sin una tasa de compensación. “El mensaje que nosotros podemos lanzar al día de hoy a la Administración es que creemos que el riesgo de empobrecimiento social se puede mover en una horquilla de entre el 5 y el 27%”. De momento, las tasas de compensación del comercio electrónico se reducen a la huella de carbono de los transportistas, por lo que Maldonado exhortó a que, desde la Unión Europea, “se ponga las bases sobre las que construir una tasa de compensación social para mantener el bienestar actual; no solo para favorecer el comercio de proximidad, sino también es un tema de lo que aporta un modelo comercial a la sociedad respecto a otro que no está aportando al mismo nivel”. Y como explicó el presidente del Gremi, el modelo de comercio está evolucionando de un modo similar a como lo hizo la industria hace 40 años, “cuando se creyó que era un buen negocio irse a China a fabricar” y que todos ganaban porque el producto era más económico y las empresasmás competitivas e iban cerrando industrias. Este modelo también empobreció países enteros, que se quedaron sin lugares de trabajo cualificados “buscando, a priori, un beneficio cortoplacista de comprar y vender más barato. Al final se ha conseguido que gran parte de Europa no tenga industria propia en muchos sectores para no desarrollar absolutamente nada. Aquí parece que estamos delante un mismo modelo, en este caso no de la industria sino del comercio”. Maldonado confirmó que, en sus reuniones con políticos, éstos reconocen que el comercio va hacia una tendencia similar: unmodelo que aparentemente ayuda al usuario porque es más económico, pero está destruyendo más de lo que aporta. “Pero no saben cómo intervenir porque las leyes que se deciden en Bruselas son muy proteccionistas con el usuario final”, concluyó. Es importante que los políticos tengan “datos ordenados e información para
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