Uno de los principales objetivos de Inoxibar es convertir en un hábito la recogida de satenes e impulsar la cultura del reciclaje en el sector. 12 MENAJE Y también en cuanto a los consumidores, en general, ¿son consciente de que hay sartenes u otros artículos para cocinar cuyos componentes pueden ser perjudiciales para la salud? No somos conscientes de que es tan importante la calidad de los alimentos que consumimos como la calidad de los materiales que utilizamos para cocinarlos. En este sentido, tampoco hemos sido conscientes de la cantidad de materiales sin certificar que han inundado el mercado, aunque últimamente esto se haya ido reduciendo. Pero veo claro que la sociedad cada día está más implicada en la correcta gestión de los materiales y hay una sensación general de que hay que ponerse ‘manos a la obra’ en el cuidado de lo que nos rodea. ¿Tienen pensado hacer una campaña equivalente en ámbitos de cocina profesional? Después del reciclado de las sartenes viejas, el segundo paso ha sido esta primera campaña de reciclaje de ollas. Para el año que viene estamos estudiando la posibilidad de hacerlo en el ámbito de la restauración, pero ahí tenemos un hándicap que es la logística y la distribución, porque en el caso de la restauración está controlada por grandes distribuidores y no por pequeñas ferreterías. Estamos estudiando cómo para darle una solución adecuada. Una vez reciclados estos artículos, ¿las materias primas obtenidas vuelven de alguna manera a Inoxibar para reutilizarlas? No sabemos si la materia prima que compramos vuelve de alguna forma, pero lo importante es que sabemos que esas sartenes que hemos reciclado vuelven al mercado para reutilizarse en otro tipo de producto o formato. “Queremos ofrecer al mercado sartenes fabricadas con materiales reutilizados o 100% reciclables para seguir ese camino que tanto nos ilusiona”
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