TRIBUNA APECS 52 Prurito personal e insatisfacción, razón para tanta asociación Últimamente estamos asistiendo en el sector de la cerrajería al nacimiento de una serie de asociaciones y federaciones que son dignas de reflexión por parte de un servidor. Antes de continuar con la argumentación, indicar que se entiende por asociación a las agrupaciones cuyo objetivo es el bien del colectivo, más allá del conjunto de sus asociados. Antonio Díaz Méndez, miembro de la Junta Directiva de Apecs Lo que mucho denominamos trabajar con objetivos relacionados como ‘pájaros y flores’, y cuyo alcance está más situado al largo plazo y de carácter macro para el sector en el que están inmersos. El resto de colectivos donde únicamente busca el beneficio crematístico de sus asociados son más bien grupos de compra, cooperativas u otro tipo de agrupaciones que no son objeto de mi análisis y que en muchas ocasiones se disfrazan de asociaciones empresariales. Aclarado esto, considero que existen tres motivos para la creación del tipo de agrupaciones que puramente considero asociaciones empresariales. El primero de ellos es la necesidad imperiosa de aunarse como sector ya que se considera que la actividad no está representada, ni bien ni mal, por nadie. Que la situación no puede seguir así y que ¡algo hay que hacer! No voy a hacer un análisis mayor sobre este motivo ya que considero que este papel ya lo cumplieron las asociaciones que se constituyeron en su momento y que a día de hoy todavía perduran en el tiempo. En este sentido destacar la labor realizada por la Asociación de Profesionales de España en Cerrajería y Seguridad, Apecs, a la cual pertenezco como miembro de Junta Directiva. El segundo de los motivos por los cuales considero que se crean las asociaciones empresariales me sirve para hacer autocrítica de, entre otras, la propia Apecs. No es otro que la insatisfacción por parte de determinadas personas de lo que la asociación correspondiente no representa. Bien sea por objetivos, por ámbito geográfico, por singularidades de la profesión que consideran tiene enjundia para tener su propia representación. Personalmente, considero que cada asociación o federación nueva que se constituya en base a este motivo en el sector de la cerrajería es un fracaso de las existentes. No sé si por no haber sabido escuchar determinadas necesidades, o por no haber valorado correctamente el alcance de esas inquietudes, pero no deja de ser motivo de tristeza, ya que en cualquiera de los casos, supone una fragmentación mayor del sector por una necesidad no detectada o no atendida debidamente. El tercero de los motivos es, a mi criterio, el más triste, el más reprobable y el más dañino para el sector. El prurito personal en lo que a lo peor del ego se refiere. Por desgracia, se ha convertido en el eje de la creación de alguna que otra asociación del sector y que los únicos aspectos positivos que aportan, son los mínimos necesarios para que la necesidad de figurar por parte de su fundador, sirvan de argumento para aglutinar a un número determinado de ‘asociados seguidores’. El entrecomillado no es con carácter negativo, sino más bien reflexivo, ya que estos seguidores son, en su mayoría, asociados insatisfechos por diferentes motivos de otras asociaciones que no tienen el tiempo, ni la ambición,
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