EY39

La electrificación juega un papel decisivo en la transición, combinada con la reducción gradual de combustibles fósiles y la generación de energía verde. La bomba de calor aporta unos rendimientos medios estacionales (eficiencia) cada vez más altos en todos los climas, a la vez que puede alimentarse de energía procedente de fuentes renovables. A este escenario se añaden mejoras progresivas en la calidad constructiva y en las envolventes térmicas en las edificaciones, resultado de nuevas normativas, como la de Edificios de Consumo Casi Nulo (ECCN, en vigor para obra nueva desde enero de 2021), o de tendencias como el estándar Passivhaus, que en algunos casos se podrán aplicar a renovación. Estas mejoras conducen a menores cargas térmicas y al uso de calefacción de baja temperatura. Las características y amplio abanico de soluciones de la bomba de calor la hacen idónea para ello, y permiten un dimensionamiento óptimo para cada clase de vivienda o edificio. Según varios documentos e informes de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), la bomba de calor será la tecnología dominante para calefacción a nivel mundial: de 2021 a 2030 el número de bombas de calor se triplicará, alcanzándose en 2050 una cifra estimada de 1.000 millones en el mundo. Gracias a su eficiencia energética, a su versatilidad para adecuarse a los distintos tipos de construcción y a unos sistemas cada vez mejores de regulación y control, el usomasivo de bombas de calor permitirá minimizar el consumo eléctrico global de calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria, liberando así recursos para otros usos como alumbrado, electrodomésticos, movilidad, digitalización, etc. En otro plano, a nivel europeo se espera que entre el 85 y el 95 % de los edificios de la Unión sigan en uso en 2050: renovarlos es fundamental para reducir las emisiones y el uso de la energía. 15 DOSIER RENOVABLES USO RESIDENCIAL

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