BIOENERGÍA plantas, de las cuales 365 están en Francia. Cabe destacar que en este país se inauguran dos plantas a la semana. En España, a día de hoy, contamos con cinco, aunque hay numerosos proyectos en desarrollo. El principal potencial de desarrollo en España es el sector agropecuario, debido a la importancia de la ganadería (primer productor de porcino en Europa) y a la gran extensión agrícola de este país. Tenemos una situación muy favorable para la producción de biogás y biometano. La desgracia de la guerra en Ucrania ha abierto los ojos sobre la necesidad de la autosuficiencia energética, concepto en el que el gas renovable debe tener un papel crucial. La reacción de la Comisión Europea ha sido también rápida y eficiente, poniendo en marcha el plan REPowerEU, con una serie de propuestas y medidas cuyo objetivo es independizar a nuestro continente de los combustibles fósiles antes del 2030 y que pone de manifiesto el potencial de nuestro país a la hora de contribuir y garantizar la seguridad energética, tanto nacional como europea. Todo va en la misma dirección: la necesidad de descarbonización, la necesidad de autosuficiencia energética, o la necesidad de mejorar todos los eslabones de nuestra cadena de gestión de residuos ganaderos, agroindustriales o urbanos. Todo va en la dirección del biogás y el biometano. Recientemente se ha aprobado la Hoja de Ruta del Biogás, que ha dejado en el sector una sensación agridulce: llega con retraso, es poco ambiciosa y no termina de concretar unas medidas de apoyo a la altura del reto y el potencial del biogás. Si bien la Hoja de Ruta identifica algunas de las oportunidades para el desarrollo del biogás en España, proponiendo una serie de líneas de acción destinadas a impulsar este tipo de proyectos, en el marco del fomento de los gases renovables establecido tanto en el artículo 12 de la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética o en la medida 1.8 del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, la realidad es que se queda corta. Por poner un ejemplo, fija un objetivo mínimo de producción de biogás de 10,41 TWh anuales en 2030. Es una cantidad mínima, que palidece en comparación a los objetivos de otros países, como Países Bajos, Francia o Dinamarca. Estas cifras se encuentran lejos del potencial real de España como productora de biogás, que la propia Comisión Europea establece en 120TWh. Nodebemos olvidar que nuestro país es elmayor productor de carne porcina de Europa, y está entre los mayores productores de carne de vacuno, ganado aviar, e industria agroalimentaria en general. A su vez, si la estrategia de diversificación y resiliencia energética de Europa pasa por cubrir casi el 10% de su demanda de gas con biometano, nuestro país no puede desaprovechar el enorme potencial de este vector para la descarbonización. No obstante, están ocurriendo cosas positivas, vinculadas principalmente a la iniciativa privada. En términos de proyectos de biogás y biometano, cabe destacar interesantes iniciativas de los últimos meses como las inyecciones al sistema gasista del biometano que se produce ya en el vertedero Elena (Barcelona), la planta de Biogasnalia (Burgos), laplantade TorredeSantamaría (Lleida) y la EDARBens (ACoruña), todas ellas fantásticos ejemplos del potencial de España para producir gas renovable a partir de purines, residuos agroalimentarios o aguas residuales. También se anuncia numerosos proyectos en el corto plazo, como el vinculado a la depuradora y la planta de residuos urbanos del consorcio Vallés Oriental- Besós Tordera en Cataluña, que construirá la primera planta de biometano que ha sido sometida a licitación pública en el sector EDAR; los proyectos vinculados a empresas de fertilizantes orgánicos en Almansa y Llutxent; o el proyecto de planta de biometano en una zona con tantos problemas de residuos orgánicos y purines como es Lorca, enMurcia. El sector afronta el año 2022 con esperanzae ilusión. Hay anunciosdeproyectos de biometano que comienzan a aflorar, y el sector tiene un nivel de iniciativa como no se ha visto en España nunca. Hay varios aspectos que contribuyen a esto. Elmodelodegeneracióndeenergía renovable se impone en todas partes. Las empresas del sector energético han tomadoun camino clarohacia ladescarbonización y la inversión enproyectos de energías renovables. El biogás lo tiene todopara ser bienacogido enel portfolio de estas empresas: es economía circular en su máximo grado, es una tecnología renovable en estado de madurez y es una herramienta indispensable para la descarbonización de la sociedad. “La Hoja de Ruta del Biogás ha dejado en el sector una sensación agridulce: llega con retraso, es poco ambiciosa y no termina de concretar unas medidas de apoyo a la altura del reto y el potencial del biogás” 54
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