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HIDRÓGENO 42 una falsa sensación de calor, precisa- mente por su baja emisividad en el infrarrojo, cuando lo que va a suceder es que va a emitir una gran canti- dad de radiación ultravioleta, lo que podría producir quemaduras graves por radiación. La conclusión a esta breve introduc- ción que hemos realizado sobre la detección de llama es que nos vamos a enfrentar a combustiones de hidró- geno en calderas donde no vamos a ver las llamas desde el exterior, salvo utilizando sistemas específicos para ellos. Estos sistemas serán cristales especiales polarizados o bien cáma- ras termográficas específicas para su detección. Esto va a generar compli- caciones para el ajuste de los equipos dentro de las cámaras de combus- tión. Como se ha mencionado con anterioridad, se hace imprescindible estudiar con precisión las dimensio- nes de llama. Para la seguridad de los quemadores, es necesaria la utilización de células especiales de detección que traba- jen en ese espectro ultravioleta en el que se emite la llama de gas y ade- más que sean capaces de detectar el “flickering “de la llama. El flickering no es más que las fluctuaciones que se producen en una llama. Estas fluc- tuaciones se deben al hecho de que el oxígeno aspirado y el combustible actual se están quemando, y aspiran simultáneamente nuevo oxígeno y nuevo combustible. Son como peque- ños parpadeos o fluctuaciones. Por lo tanto, es interesante que las células, al margen de ajustar su medición en el espectro UV de mayor emisividad de la combustión del hidrógeno, tam- bién capten el flickering de la llama como doble seguridad. Como hemos también mencionado en este artículo, otro de los retos que hace que las llamas se vuelvan más invisibles es la recirculación de gases. La experiencia previa con el gas natu- ral ya nos muestra como a partir de un 25 % de recirculación de gases, las llamas se vuelven cada vez más invi- sibles para el ojo humano y también incluso las propias células especia- les tienen mayores dificultades para su detección. Tenemos que tener en cuenta que este factor, que puede ser muy útil y efectivo para la reducción de emisiones, puede generar posible- mente un problema con la detección de llama. Sin duda va a ser otro de los retos que nos vamos a encontrar en las plantas de combustión de hidrógeno. Desde E&M apostamos por instalar varios sensores en los quemadores como medida de seguridad y sensores que sean calibrables y ajustables en diferentes espectros y también que sean capaces de detectar el flickering. SEGURIDAD DE HIDRÓGENO / FUGAS Existe una tendencia a pensar que el hidrógeno es más peligroso y explosivo que otro tipo de gases como puede ser el gas natural. La realidad es que los estudios demuestran que esto no es así, por lo tanto no hay que temer más al hidrógeno que a otro tipo de gases, aunque esto no significa evitar tomar todas las medidas de seguridad que sean necesarias en sus instala- ciones, y en la parte que nos afecta, en las líneas de válvulas de seguridad de las instalaciones de combustión. Lo primero que hay que decir respecto al hidrógeno es que la molécula de este gas es mucho más pequeña que la de otros combustibles, por lo que su capacidad para fugarse en las tube- rías y en las uniones de válvulas es mayor que con otros combustibles, como podría ser el gas natural. De hecho, la probabilidad estudiada de que se produzcan fugas de hidrógeno va desde 1,3 a 2,8 veces superior por ejemplo a la del gas natural. Por otro lado, como ya hemos visto, el PCI del hidrógeno es desde 3 a 3,5 menor que el gas natural, por lo que en el cóm- puto total podemos afirmar que con una fuga de gas natural se libera más energía que con una de hidrógeno. Por otro lado, la velocidad de propagación del hidrógeno es apro- ximadamente unas 2,9 veces más que la del gas natural. Teniendo en cuenta la diferencia de PCI volvemos a la con- clusión de que la energía liberada por el gas natural es ligeramente superior también en este caso. Otro de los aspectos a tener en cuenta es que el hidrógeno reduce su riesgo de explosión si se encuentra en espacios abiertos o bien ventilados. La molécula del hidrógeno esmuchomás ligera que el aire y que el resto de combustibles, por lo que si se produce una fuga, esta tenderá a elevarse rápidamente y a dispersarse conmucha velocidad. Esto hace que en caso de que se produzca una fuga de hidrógeno la probabili- dad de que este combustione es muy pequeña puesto que el tiempo al que está expuesta con el foco de calor es mucho más pequeño. El grado o energía de ignición del hidrógeno es también similar al del gas natural, por lo que no existe penalización en este apartado. Concluimos por lo tanto, con esta introducción en seguridad, que el riesgo mayor de fugas que pueda provocar una explosión con hidró- geno se produce en espacios conf inados donde no exista una ventilación, ya que en espacios abier- tos no existe mayor riesgo que con otros gases. Recomendamos incluir detectores de hidrógeno en este tipo de espacios para evitar estos riesgos. En la parte de combustión esto afecta al diseño de las tuberías de gas. Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que las uniones de la tubería con las válvulas deben ser bridadas y utilizar juntas especiales paraminimizar el riesgo de fuga. Es importante hacer una comprobación intensiva de fugas durante su instalación. Hemos obser- vado que el riesgo de fuga es mayor con el hidrógeno, aunque el riesgo de explosión es menor. Igualmente
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