8 EN PRIMERA nuestras ventas cuando en 2022 tanto la gasolina como el gasóleo superaron los dos euros de media en el surtidor. Por eso, en un negocio como el de las estaciones de servicio, en el que el volumen es crucial para alcanzar un umbral mínimo de rentabilidad, que los precios se mantengan estables o incluso bajen es una buena noticia. Dicho todo lo cual, no quiero dejar la ocasión de subrayar que los precios medios que se dan actualmente en España son del todo irreales. Los precios están artificialmente lastrados a la baja por el fraude que padecemos en el sector mayorista. Los operadores fraudulentos, que se apropian del IVA que sí pagan las estaciones de servicio e incumplen una buena cantidad de otras obligaciones, contribuyen a distorsionar la fotografía de nuestro sector. La realidad es tan dura como incontrovertible: El IPC está adulterado a la baja por culpa del fraude de algunos operadores de hidrocarburos. A su criterio, ¿cuáles son las principales preocupaciones de las estaciones de servicio ante la normativa actual? JDA: Como en prácticamente cualquier segmento de actividad, lo peor para nuestros negocios es la incertidumbre. Y precisamente, de incertidumbre vamos sobrados en el momento actual. No sabemos qué va a pasar con el problemón que tenemos encima de la mesa por culpa del fraude que cometen algunos operadores. No sabemos qué va a pasar con la anunciada prohibición de venta de vehículos con motor de combustión interna a partir de 2035. En un contexto de tanta inseguridad, puede haber pymes tentadas de no realizar las inversiones necesarias para mantener la competitividad de sus negocios. Es humano, pero es un gran error. Primero, porque pase lo que pase en 2035 —y en CEEES estamos convencidos de que no se prohibirá la venta de vehículos con motor de combustión interna para entonces las estaciones de servicio continuaremos desempeñando un papel protagonista en el suministro de energía para la movilidad. Esa incertidumbre que mencionaba antes nos puede conducir a una parálisis y eso sí que terminaría con nuestros negocios. Porque es precisamente todo lo contrario al inmovilismo lo que necesitamos ahora. Tenemos que formarnos e informarnos para saber cuáles son nuestras mejores opciones para poner en valor nuestros establecimientos y para ello tenemos que tener todos los datos que nos ayuden a tomar mejores decisiones. Y para eso la contribución de CEEES es esencial. No me imagino a una estación de servicio que no se cobije bajo el paraguas de una de las organizaciones pertenecientes a CEEES con la que está cayendo. ¿Qué perspectivas de crecimiento y desafíos ve para el sector en el corto y medio plazo, especialmente en términos de rentabilidad y sostenibilidad? JDA: Los desafíos ya los hemos mencionado: ventas medias por estación en una senda claramente descendente, incertidumbre con respecto al futuro de la automoción y por tanto acerca de la supervivencia de nuestros negocios, condiciones cada vez más difíciles en lo que a la gestión del personal se refiere, crecientes exigencias medioambientales, etc. En lo que a las oportunidades de crecimiento se refiere, entendemos que aún hay margen para mejorar la gestión de las pymes del sector, ya sea por la vía de la reducción de costes, bien por la del incremento de los ingresos. Si se pueden conjugar ambas, más que mejor, claro. Y eso es lo que hemos intentado explicar durante los ‘Cafés con CEEES’ que hemos celebrado (más de 20 ediciones) a lo largo y ancho de toda España. Nos hemos rodeado —y seguimos haciéndolo— de los mejores proveedores y entendemos que ésa es una senda que tenemos que seguir explorando para saber en todo momento cuál es el estado del arte de la tecnología en cada uno de los segmentos de actividad que afectan a nuestros negocios. Porque la innovación tecnológica es precisamente, el elemento que va a definir —ya lo está haciendo— el terreno de juego de la economía en general y del suministro de energía para la movilidad en particular en las próximas décadas. La relación con los clientes, el dato, la inteligencia artificial aplicada a nuestro sector para disponer realmente de nuestro fondo de comercio serán elementos cruciales para que una estación de servicio en manos de pymes sea rentable. En lo que a la sostenibilidad se refiere, a día de hoy ya nadie puede dudar del compromiso en este aspecto de las estaciones de servicio, que ponen a disposición de sus clientes todo tipo de energías alternativas a los carburantes de origen fósil, han instalado masivamente energía solar fotovoltaica en sus negocios y continúan atentos para incrementar su oferta de productos y servicios ‘verdes’. Pero en CEEES siempre nos ha gustado tratar a nuestros ‘stakeholders’ —y los ciudadanos también lo son, como mayores de edad. Es por eso que siempre hemos abogado por explicar abiertamente que la sostenibilidad es un taburete de tres patas y que si una de ellas es más corta que las otras se producirá una cojera evidente. Como mencionaba al principio de la entrevista, esas tres patas de la sostenibilidad son la medioambiental, la económica y la social. De nada nos sirve diseñar estrategias muy sostenibles desde el punto de vista medioambiental si luego no resisten un mínimo análisis de viabilidad económica o de justicia social. Ésta es una reivindicación histórica de nuestra confederación y es curioso comprobar como poco a poco esta idea va calando en el imaginario colectivo. De hecho, hasta el propio Reglamento 2023/851 de la UE, que regula las emisiones de CO2 de los turismos nuevos afirma textualmente que la transición hacia una movilidad por carretera sin emisiones ha de ser “económicamente viable y socialmente justa”.
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx