ES387 - Estaciones de Servicio

10 EN PRIMERA UN FUTURO MULTIENERGÉTICO Las medidas legislativas adoptadas por la Unión Europea (UE) para abordar las emisiones de vehículos y avanzar hacia una movilidad más sostenible están generando un cambio significativo en la sociedad. El Reglamento Euro 7, aprobado recientemente por el Consejo de la UE, se enfoca en la reducción de las emisiones vehiculares y establece límites más rigurosos para una variedad de contaminantes atmosféricos, entre otras consideraciones. Asimismo, el acuerdo político provisional entre el Parlamento y el Consejo europeos incluye enmiendas que introducen un mecanismo de incentivos más ambicioso para los vehículos de emisión cero y baja emisión entre 2025 y 2029, así como disposiciones para que, a partir del 1 de junio de 2026, “los fabricantes puedan, de forma voluntaria, presentar a la Comisión los datos sobre las emisiones de CO2 durante el ciclo de vida de los nuevos automóviles de pasajeros y los nuevos vehículos comerciales ligeros” utilizando la metodología elaborada por la comisión “a más tardar” en 2025. En este punto, los proveedores de combustibles se enfrentan al desafío de diversificar sus fuentes de energía y adaptarse a estándares más estrictos de calidad y emisiones. Las asociaciones sectoriales han recordado en repetidas ocasiones el potencial de los ecocombustibles como una alternativa viable para descarbonizar la movilidad y asegurar la competitividad industrial. Para el transporte pesado, más difícil de electrificar, este supone un desafío mayúsculo en lo que se refiere a la reducción de la huella de carbono durante sus operaciones. Tal y como explicó Alfredo Rozalén “si nos circunscribimos primero a la descarbonización, en una fase inicial nosotros nos centramos mucho en la electrificación. Pero llega un momento en el cual no vamos a tener capacidad, porque hay procesos que al final tienes que utilizar combustibles fósiles. En mi opinión, empezaremos a utilizar mezclas seguramente de biometano con hidrógeno. Y el día de mañana veremos si somos capaces de generar suficiente hidrógeno verde”. En cuanto al hidrógeno, López destaca su potencial como un vector energético versátil y limpio, especialmente cuando se produce a partir de fuentes renovables. “El hidrógeno puede ser utilizado en pilas de combustible para propulsar vehículos con cero emisiones, lo que lo convierte en una opción atractiva para la movilidad sostenible”, señaló. Sin embargo, también advirtió sobre los desafíos asociados con la producción, almacenamiento y distribución del hidrógeno a gran escala, así como su eficiencia energética en comparación con otras opciones. En el contexto de la transición energética y la lucha contra el cambio climático, el debate sobre el rendimiento ambiental de las diversas opciones de combustible ha ganado relevancia, impulsado en gran medida por la legislación europea. En este punto, y sin una opción predominante, los expertos coinciden en que la demanda de energía para movilidad quedará cubierta con un mix de energías, adaptadas a los diferentes usos. “La transición energética supone un reto mayúsculo y debemos atender a lo que se conoce como el trilema energético, es decir, seguridad de suministro, a un coste asequible y sostenible. Y los tres ejes deben ser considerados. No se puede dejar nada por el camino, por lo que todas las soluciones tecnológicas serán necesarias si queremos conseguir el objetivo”, subrayó Antonio López. n Repsol cuenta actualmente con 100 puntos de distribución de combustibles 100% renovables en la península ibérica.

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx