8 EN PRIMERA mayores contribuyentes a las emisiones de dióxido de carbono, ya que se relaciona con sectores como el hierro y el acero, la química, minerales no metálicos, metales no ferrosos y papel, que requieren una alta demanda de combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas natural. Además, su influencia se extiende a la fabricación de productos y bienes de consumo, lo que amplifica su impacto en el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero. “Para abordar este desafío y lograr una transición hacia un futuro más sostenible, se están implementando políticas y medidas enfocadas en mejorar la eficiencia energética en la industria. Estas políticas incluyen la introducción de estándares más rigurosos de eficiencia energética en los códigos de construcción, la optimización de procesos industriales y la mejora en la eficiencia del uso de la energía. Además, la electrificación de procesos industriales se ha convertido en una estrategia esencial, reemplazando progresivamente el uso de combustibles fósiles por electricidad más limpia y renovable”, explica el documento del IAE. En los escenarios de proyección, se observan diferencias significativas en la trayectoria de consumo industrial. Mientras que en el ‘Escenario STEPS’ se proyecta un aumento del consumo industrial hasta 2050, con una tasa de crecimiento anual del 1.1% hasta 2030, los Escenarios APS y NZE presentan perspectivas diferentes. En el APS, el consumo industrial comienza a disminuir gradualmente después de mediados de la década de 2020, reflejando la implementación de objetivos más estrictos de eficiencia energética, códigos de construcción actualizados y normativas más rigurosas para la economía de combustible en el sector del transporte, además de mejoras en la eficiencia de procesos industriales. En contraste, en el Escenario NZE, el consumo industrial disminuye de manera constante a una tasa promedio anual del 0.9% desde el presente hasta 2050, lo que refleja una fuerte transición hacia fuentes de energía más limpias y la adopción de tecnologías electrificadas. Consumo de transporte: El sector del transporte resulta un componente esencial en la evolución de los consumos energéticos globales. Actualmente, el consumo final de energía en el transporte totaliza 116 Exajulios (EJ), lo que representa el 26% del consumo global. Este sector abarca una variedad de modos de transporte, desde automóviles y camiones hasta aviación y ferrocarriles, y desempeña un papel importante en el consumo de combustibles fósiles, particularmente petróleo. En los escenarios de proyección, se observa un cambio fundamental en el panorama del transporte. El auge de los vehículos eléctricos (EVs) se destaca como una tendencia dominante. “Las ventas de automóviles eléctricos han aumentado significativamente en los últimos años y se espera que continúen creciendo en todos los escenarios”, reza el documento. En el Escenario STEPS, se proyecta que los EV representarán cerca del 20% de los kilómetros recorridos por vehículos en 2030. Sin embargo, su impacto en el consumo de energía se ve mitigado debido a su mayor eficiencia en comparación con los vehículos de combustión interna. A pesar de su crecimiento, en este escenario solo contribuirán al 5% del consumo total de energía en el transporte en 2030. Por otra parte, en el Escenario APS, las políticas y medidas para impulsar la electrificación del transporte son aún más sólidas, lo que permite a los EVs representar aproximadamente el 50% de los kilómetros recorridos en 2030. Esta circunstancia reduce significativamente el consumo de combustibles fósiles en el transporte. SEGURIDAD ENERGÉTICA, CAMBIOS EN EL COMERCIO DE PETRÓLEO Y GAS La seguridad de los suministros energéticos se ha vuelto una prioridad en un mundo marcado por la crisis energética de 2022. “El comercio global de petróleo y gas se ha transformado drásticamente debido a tensiones geopolíticas y crecientes preocupaciones ambientales”, señala el WEO 2023. Así, en su análisis, la AIE explora los desafíos y oportunidades que este nuevo marco plantea. En 2022, la crisis energética provocó un flujo masivo de dinero desde la Unión Europea a Rusia debido a los altos precios del gas natural. “Actualmente, el flujo de energía desde Rusia a Europa ha disminuido, y Rusia está redirigiendo sus recursos energéticos hacia La explotación industrial juega un papel crucial en la evolución de los patrones globales de consumo de energía.
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