57 NUEVAS ENERGÍAS contó con la participación de Julio Matesanz, director de Exploración en Trinity; Gianluca Greco, coordinador del Área de Mercados y Regulación (Departamento de Consultoría y Formación) en la Fundación para el Desarrollo de las Nuevas Tecnologías del Hidrógeno en Aragón; y Thomas Stehr, ingeniero de Ventas (Hidrógeno, Almacenamiento de Energía y Refrigeración Industrial) en Hexagon Purus. Algunos de los puntos destacados durante la charla fueron: • Los principales retos en el almacenamiento de hidrógeno renovable, desde preocupaciones por la seguridad hasta problemas de fugas. • Las ventajas y limitaciones de diferentes métodos y tecnologías utilizadas para almacenar hidrógeno, tales como gas comprimido, hidrógeno líquido, hidruros químicos, hidruros metálicos, almacenamiento subterráneo y amoníaco. • El panorama de costos de los diversos métodos de almacenamiento, así como los costos estimados por kilogramo de hidrógeno almacenado para cada enfoque, lo que te ayudará a comprender los factores económicos cruciales en juego. Durante su intervención, Thomas Stehr señaló que “a día de hoy no resulta difícil generar energía para la electrólisis, si no que el reto está en producir esa energía verde en el momento que se necesita. En este punto, España tiene una capacidad de producción eléctrica renovable muy importante y parece abocada a jugar un papel protagonista en la generación de hidrógeno verde. Tanto es así que otros países europeos están apostando por España. Yo mismo he estado en contacto con el Departamento de Hidrógeno del Ministerio de Economía de Alemania y en el país son completamente conscientes de las posibilidades que tiene España en este aspecto”. Por su parte, Julio Matesanz aseveró que “la seguridad de suministro es un tema que se ha puesto de relieve en los últimos meses a raíz de la guerra de Ucrania. El hidrógeno verde es un combustible que podemos producir internamente en Europa y aquí tenemos una oportunidad magnífica para reducir los niveles de dependencia energética del exterior”. LA VARIEDAD DE TECNOLOGÍAS Y SUS CONSIDERACIONES La elección del tipo de almacenamiento óptimo del hidrógeno está intrínsecamente ligada a su uso específico, y las tecnologías existentes presentan diferentes niveles de madurez, cada una con sus propias ventajas y desventajas. En este caso, la tecnología adecuada dependerá de una serie de factores, incluyendo los volúmenes de almacenamiento, la duración requerida, la densidad energética, la reversibilidad, la seguridad, los costos o la disponibilidad de infraestructuras. “Es fundamental trabajar en el almacenamiento de hidrógeno, para desarrollar una red funcional”, añadió Matesanz. Como explicó Gianluca Greco, “si comparamos la densidad métrica y volumétrica del hidrógeno en relación con varios tipos de combustibles, la densidad métrica del hidrógeno alcanza los 120 megajulios por kilogramo, lo cual es impresionante. Sin embargo, al considerar su poder calorífico en términos de volumen, los datos ya no resultan tan favorables. Estos valores nos indican que se necesitan volúmenes significativamente mayores de hidrógeno en comparación con cualquier otro tipo de combustible para almacenar la misma cantidad de energía, en general". "Por lo tanto, para que los sistemas de almacenamiento sean competitivos frente a distintos tipos de combustibles, se deben cumplir una serie de pautas, entre las cuales se destaca una alta densidad por unidad de masa y de volumen”, añadió Greco. " El H2 verde es un combustible que podemos producir internamente y aquí tenemos una oportunidad magnífica para reducir los niveles de dependencia energética”, aseguró Julio Matesanz, director de Exploración en Trinity.
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