ES382 - Estaciones de Servicio

70 SECTOR ANÁLISIS POR REGIONES En el año 2022, los subsidios explícitos mostraron una concentración significativa en tres regiones clave: Asia Oriental y el Pacífico (EAP), Oriente Medio y África del Norte (MENA), y Europa, que representaron el 38%, el 26% y el 16% del total de subsidios respectivamente. A continuación, la Comunidad de Estados Independientes (CEI), Asia del Sur y América Latina y el Caribe (ALC) se sitúan en rangos del cinco al 12%, mientras que América del Norte y África Subsahariana (ASS) quedan por debajo del tres porciento. Un cambio notorio en este paisaje de subvenciones es la transformación en Europa y EAP, con aumentos del 300% y 190% respectivamente, a raíz de las subidas en los precios energéticos en 2021-22. Este panorama regional se matiza al contemplar los subsidios totales, ya sean explícitos o implícitos. En este análisis, EAP destacó al absorber el 48% del total de subsidios, mientras que MENA, Europa y América del Norte participaron con un 11% cada uno. CEI, Asia del Sur y ALC, por su parte, abarcaron entre el 5% y el 9%, y ASS registró el porcentaje más bajo, representando el 2% del total. Sin embargo, cuando se ajusta en relación al Producto Interno Bruto (PIB) de cada región, se revelan tendencias divergentes. Europa y América del Norte ostentan los subsidios más bajos, alrededor del 3% del PIB regional, mientras que en la CEI esta cifra se dispara al 23%, en MENA alrededor del 18%, y en EAP y Asia del Sur cerca del diez por ciento, de acuerdo con los datos del informe. Asimismo, el escenario de subsidios reveló una combinación de factores económicos y energéticos. En la CEI, se reflejaron altos costos de externalidades derivados del empleo de combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas natural. Asia del Sur padeció de bajos impuestos y altas externalidades en el uso de carbón y gas natural, según apunta el estudio. Por su parte, en MENA, se apreció una subestimación sustancial de los costos ambientales y de suministro relacionados con el petróleo. El análisis desde 2020 subrayó un aumento generalizado de subsidios en todas las regiones, a excepción de América del Norte. Europa y MENA prácticamente duplicaron sus cifras impulsados por los subsidios en gas natural, electricidad y productos petroleros. A nivel de países, China se erigió como el principal contribuyente a los subsidios totales en 2022, aportando 2.200 millones. Le siguen Estados Unidos (760 mil millones de dólares), Rusia (420 mil millones), India (350 mil millones) y la Unión Europea (310 mil millones). IMPACTO AMBIENTAL Además, el informe sugiere “una reforma completa de los precios de los combustibles mediante la eliminación de los subsidios explícitos y la imposición de impuestos correctivos, como un impuesto al carbono. Esta política reduciría las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) en un 43% por debajo de los niveles en 2030 (un 34%por debajo de los niveles de 2019). Esto estaría en línea con mantener el calentamiento global por debajo de los 2°C y acercarse a 1.5°C”. Según el informe del FMI, la reestructuración de los subsidios vinculados a los combustibles fósiles se perfila como una prioridad para las naciones, aún si se desestiman los efectos climáticos positivos. De acuerdo con el análisis, la reforma de estos incentivos en el ámbito de los carburantes podría elevar el bienestar neto para un país promedio. Esta mejora se lograría al reducir las emisiones de CO2 hasta un 25% por debajo de los niveles de referencia en 2030, un enfoque que generaría beneficios ambientales locales y eliminaría distorsiones de precios. Además, el documento destaca los ingresos sustanciales que supondría esta reforma. n El FMI señala que la reestructuración de los subsidios vinculados a los combustibles fósiles se perfila como una prioridad para las naciones

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