10 EN PRIMERA Y es quizá este último aspecto de obligatoriedad lo que ha perjudicado, desde mi punto de vista la implantación generalizada de este sistema, siendo visto por lo general para los gasolineros como una imposición normativa, cuando en realidad se trata de un complemento absolutamente imprescindible para cualquier estación de servicio, tenga doble pared o no. Porque el CEI no es sólo un camino para cumplir la regulación, es un sistema que por un coste mensual realmente bajo (menos de lo que cuesta el fútbol en la tele) fiscaliza completamente lo que ocurre bajo el suelo de la gasolinera. Fugas, robos, “errores” en las descargas, presencia de agua en la cisterna, descalibración de surtidores, bajo caudal (predice avería en bomba o filtros sucios) o retorno de combustible al tanque (mal asiento de válvulas antirretorno que hacen sobre trabajar a los surtidores provocando averías futuras) son solo algunos ejemplos de lo que puede aportar el servicio, siempre con un analista asignado que vigila cada gasolinera e investiga cualquier oveja que aparece perdida por ahí. Sin embargo, lo quemás puede aportar el sistema es una certificación continua y fehaciente del funcionamiento de la gasolinera. He visto cómo ante una fuga en un polígono industrial el titular aportaba un certificado de su proveedor CEI al ser acusado por un vecino de provocar contaminación, asumiendo la autoridad competente (Ayuntamiento) que eramuy improbable que dicha contaminación proviniera de la gasolinera (como se demostró posteriormente). O como ante una denuncia de un proveedor de combustible un propietario de una estación demostró que los suministros se correspondían con los que su contrato le obligaba a cursar. Hoy en día existen tres proveedores de CEI en España; Altereco – Wolftank Iberia, Fullgas y Gilbarco. Considero el CEI, como digo, un producto imprescindible en cualquier estación de servicio, independientemente de si tiene doble o simple pared o vende más o menos de tres millones de litros. Se trata de un coste realmente bajo y esa auditoría continua nos puede suponer un seguro de vida en según qué circunstancias. LIBRO ELECTRÓNICO DE REVISIONES E INSPECCIONES Pretender llevar la contabilidad de tu propia empresa no es una buena decisión, salvoque tengas al contable dentro. Se entiende que el gerente tiene mil cosas en la cabeza y, aunque su formación se lo permita, la dedicación que exige dicha tarea conlleva la total seguridad de que si lo hace uno mismo se acabarán cometiendo errores de consecuencias económicas bastante peores que lo que supone contratar a un asesor especialista que se mantiene al día de los cambios normativos y cuenta con las herramientas y experiencia necesarias para evitar los errores fatales. En mi opinión el cumplimiento normativo en materia de seguridad industrial es exactamente el mismo caso. Especialmente si hablamos de gasolineras, en las que la regulación se ha convertido en una suerte de poliedro iluminado desde distintos ángulos cuyas manifestaciones se antojan indescifrables en muchos casos, dependiendo de la comunidad autónoma en la que estemos. Por eso entiendo como una herramienta imprescindible una solución de digitalización de las obligaciones reglamentarias de la estación, siendo necesario además que dicha solución esté aceptada por la administración competente, lo que evitará disgustos y propiciará que seamos vistos con buenos ojos. Las grandes petroleras ya se han puesto manos a la obra y he de decir que, tanto las más grandes como otras de menor tamaño (pero no por ello menos importantes) ya han atacado el proceso y tienen (o están en ello), todas sus instalaciones registradas y al día en un libro digital de revisiones e inspecciones. Lo más destacado del libro electrónico es una certificación continua y fehaciente del funcionamiento de la gasolinera. Es imprescindible contar con una solución de digitalización para las obligaciones reglamentarias de la estación de servicio.
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