40 NUEVAS ENERGÍAS En resumen, el hidrógeno renovable tiene el potencial de ser una importante fuente de energía en la lucha contra el cambio climático, sin embargo, desde Greenpeace y la Fundación Renovables abogan por emplear el H2 verde “en áreas donde la electricidad no puede llegar y no como una sustitución directa de combustibles fósiles en la vida cotidiana. La hoja de ruta hacia una economía baja en carbono debe ser revisada para garantizar que se implementen los usos adecuados del hidrógeno renovable y se evite caer en trampas que desvíen los recursos y prioridades de un desarrollo de energías renovables de alta eficiencia y respetuosas con la biodiversidad”. PAPEL DEL HIDRÓGENO EN LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA Como hemos visto el documento señala la electrificación como el método más sencillo para reducir las emisiones en el corto plazo, mientras que relega el papel del hidrógeno renovable a aquellas aplicaciones que resulten más difíciles de descarbonizar. Para Fernando Ferrado “teniendo en cuenta el transporte y la movilidad que tenemos ahora debemos pensar en un cambio de modal, apostando por un transporte público, electrificado o por ferrocarril. Y todo este tipo de transportes son perfectamente electrificadles. Por lo que ahorremos uno o dos pasos para poder utilizar estos sistemas de transporte”. El hidrógeno es un vector energético que presenta ciertas ventajas en la cobertura de demandas que la electricidad no puede cubrir, por ejemplo, como combustible en el sector industrial. La combustión de hidrógeno es capaz de cubrir las necesidades del proceso industrial con la posibilidad de utilizar la energía residual para la generación de electricidad, formando así el sistema de cogeneración. Sin embargo, para maximizar la eficiencia, la cogeneración debe estar guiada por la demanda térmica de proceso. En cuanto a la producción de electricidad para el transporte, el documento destaca la utilización de pilas de combustible siempre en aquellas aplicaciones en las que la electricidad no puede ser el vector energético utilizado. La eficiencia actual de las pilas de combustible es del 50%, lo que significa que tan solo la mitad de la energía contenida en el hidrógeno se transforma en energía útil (electricidad), según los datos de Greenpeace y la Fundación Renovables. “En los sistemas que pueden estar directamente electrificados, apostar por el hidrógeno como vector energético con la utilización de pilas de combustible es irracional. La apuesta debería ser la electrificación plena, como en el caso del ferrocarril, que en España ya tiene una electrificación del 63%, y debería convertirse en el sistema modal recomendado para el transporte de mercancías y de personas, e interconexiones con otros países”, según señala el informe. Otra posible aplicación del hidrógeno es la producción de gases sintéticos de origen renovable. La producción de gases sintéticos a partir de hidrógeno resulta una de las aplicaciones, promovidas y publicitadas por la industria actual. El objetivo principal es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar la penetración de energías renovables en los sistemas gasistas. Figura 1. Esquema resumen de eficiencias en el proceso de transformación, almacenamiento y reconversión de la energía primaria en electricidad de las principales tecnologías renovables, sin incluir las pérdidas asociadas al transporte. Fuente: 'Desmontando el hidrógeno: H2Med, coartada para una falsa transición energética' José Luís García, responsable del área de Clima Energía y Movilidad de Greenpeace, apuntó que “Todo lo que nos rodea cotidianamente, nuestra vivienda, nuestro coche, nuestro día a día, no van a funcionar con el hidrógeno en general funcionará gracias a la electricidad”
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