5 EN PRIMERA En este punto, las estaciones de servicio siguen trabajando con el firme propósito de adecuarse a estas nuevas exigencias, tanto de clientes como de administraciones. Para tratar de entender mejor cual es la situación actual del sector, hablamos con Nacho Rabadán, director general de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES). ¿Cómo han afrontado las estaciones de servicio la retirada del descuento de los 20 céntimos? En el momento de responder a este cuestionario, la inmensa mayoría de las estaciones de servicio no han cobrado la devolución de las cantidades bonificadas en el mes de diciembre, que debido a la alta demanda fueron muy superiores a las de otros meses. Así que con una deuda muy importante por parte de la Administración y con unos ingresos exiguos derivados del bajón de ventas que se produjo en enero, la tesorería de las pymes del sector está muy lejos de atravesar su mejor momento. ¿Ha repercutidomucho en las ventas de combustible a finales de diciembre y principios de enero? Sí, es evidente que el anuncio de la retirada de la bonificación universal de 20 céntimos disparó las ventas en los últimos días de diciembre y las redujo a la mínima expresión a principios del mes de enero. ¿En quémomento se encuentra lamovilidad eléctrica? Me gustaría ser muy claro en este asunto. Según datos oficiales de la DGT, el 31 de diciembre de 2022 circulaban por nuestras carreteras algo más de 25,2 millones de turismos. De ellos, 109.619 eran vehículos eléctricos de batería (BEV, por sus siglas en inglés), lo que deja una penetración del 0,43% sobre el total. Es decir, de cada 1.000 coches existentes en España sólo cuatro son eléctricos. Es una cantidad insignificante, que desde luego no justifica inversiones de decenas de miles de euros por parte de las estaciones de servicio si se pretende que éstas sean mínimamente rentables. ¿Cómo se están adaptando las estaciones de servicio a las nuevas regulaciones en este sentido? CEEES está elaborando un informe sobre el despliegue e instalación de infraestructuras de recarga eléctrica y de hidrógeno y su impacto en la red española de estaciones de servicio que en los próximos días entregará a la Subcomisión del Congreso de los Diputados que trata este asunto. En ese informe elaboramos diversos planes de negocio para implantar cargadores de 50 y de 150 kW y en ninguno de los casos la inversión se recupera después de los primeros cinco años, que es el plazo legalmente establecido para la amortización de los equipos. Llegados a este punto, y teniendo en cuenta que el 70% de las estaciones de servicio españolas están en manos de pymes, ¿de verdad alguien piensa que una microempresa familiar va a hacer una inversión que no es rentable y más cuando probablemente deba destinar cantidades ingentes de dinero a adaptar sus instalaciones a la ITC04? Habrá alguna que lo hará, pero no será, desde luego, la tónica general. Y entonces nos exponemos a un problema grave de competencia, con la mayoría de puntos de recarga en manos de las grandes eléctricas, que son las verdaderas ganadoras de esta carrera. Si se quiere que la mayoría de las pymes del sector cuenten con puntos de recarga habrá que sufragar el 100% del Capex y buena parte del Opex con dinero público. Si se considera que la proliferación de estos equipos es positiva para el interés general no queda otra que financiarlos vía Presupuestos Generales del Estado. Así lo hemos expuesto en nuestras intervenciones en el Grupo de Trabajo Infraestructuras de Recarga del Vehículo Eléctrico (GTIRVE), en el que participamos desde su puesta en marcha. Otro de los asuntos escandalosos que hemos llevado a esa amplia mesa de negociación es la competencia desleal que desde algunas Administraciones públicas se hace a las estaciones de servicio. Pensemos en lo absurdo de las situaciones que hoy se están dando en España: una estación de servicio está obligada a instalar puntos de recarga para coches eléctricos porque en 2019 vendió más de cinco o diez millones de litros de combustible. Ese negocio ha de efectuar una inversión que a día de hoy es de todo punto ruinosa. Si no lo hace, se enfrenta al súper exigente régimen sancionador de la Ley del Sector de Hidrocarburos, con multas de 600.000 euros en adelante. Cuando instala su punto de recarga (y empieza a perder dinero), el propietario de esa estación de servicio comprueba con estupor cómo el Ayuntamiento de turno abre un punto de recarga gratuito literalmente en la acera de enfrente. Esto es un sinsentido que debería ser atajado de forma contundente por el Ministerio de Transición Ecológica. Hablando de las nuevas energías ¿Cómo afronta el sector la proliferación de proyectos relacionados con el hidrógeno en Europa? CEEES forma parte de la Asociación Española del Hidrógeno y muchos de nuestros socios están adheridos a los clúster o asociaciones regionales que han echado a andar en sus respectivos territorios. Entendemos que es una oportunidad interesante, aunque las inversiones son incluso más cuantiosas. Trabajamos con muchos actores importantes del sector (energéticas, ingenierías, productores de hidrógeno renovable, fabricantes de vehículos, potenciales consumidores, entidades financieras, etc.) para tratar de poner en marcha varias hidrolineras en estaciones de servicio vinculadas a CEEES en los próximos años. Pero, al igual que sucede con otras energías alternativas, es funda-
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