40 NUEVAS ENERGÍAS En España, antes de 2015, la movilidad eléctrica era algo residual. Muy pocos usuarios eran propietarios de un vehículo eléctrico, dado que las grandes compañías automovilísticas europeas, las de mayor implantación en nuestro país, prácticamente no los fabricaban. Entre el 16 y el 22 de septiembre se celebró la Semana Europea de la Movilidad, durante la cual tuvieron lugar multitud de eventos y actividades a través de las cuales se pretende concienciar a la sociedad de la necesidad de descarbonizar la movilidad para, entre otros objetivos, cumplir con uno de las finalidades del Acuerdo de París, que es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y, de paso, limitar el aumento de la temperatura global en este siglo a dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales. Lafon LAS ESTACIONES DE SERVICIO ANTE LA MOVILIDAD ELÉCTRICA De hecho, apenas se veían por las calles y carreteras europeas vehículos eléctricos. Varios factores explican esta circunstancia, casi todas ellas vigentes aún hoy. Una de las más evidentes es la escasa autonomía de los vehículos eléctricos comparada con la ofrecida por los vehículos alimentados con combustibles tradicionales. Esta realidad se producía a pesar de que el 31 de diciembre de 2014 se publicó en el BOE la norma ITCBT 52, ‘Instalaciones con fines especiales. Infraestructura para la recarga de vehículos eléctricos’. Pero los datos eran tozudos y en 2015 las matriculaciones de vehículos eléctricos en España (sumando turismos y vehículos industriales y todas las ‘tecnologías alternativas’: eléctricos, híbridos enchufables y eléctricos de autonomía extendida) ascendieron a 2.839 unidades, una cifra anecdótica si se compara con el número total de ventas en el mercado nacional de aquel año. Los sucesivos incentivos recogidos en los planes Moves puestos en marcha por el Gobierno central, que tuvieron en cuenta tanto la adquisición de vehículos eléctricos (Moves II y III) así como de infraestructuras para la recarga de las baterías (particularmente el Moves III), lograron aumentar las ventas, pero no se ha dado el salto deseado tanto por el Ejecutivo español como por la Comisión Europea.
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