16 CARBURANTE Es obvio que los principales perjudicados por este RDL son los minoritas (estaciones de servicio y gasocentros), que se ven obligados a adelantar al Estado las bonificaciones aplicadas al precio del carburante, y sobre cuyos cobros y anticipos aún hay mucha incertidumbre. También han sufrido las adaptaciones aceleradas que se han visto forzados a soportar en sus sistemas informáticos, con implicaciones de relevancia en su actividad diaria. Pero como responsable de una de las principales empresas de sistema informáticos para el sector de hidrocarburos en España, me veo en la obligación de visibilizar lo que este RDL ha significado para nuestra actividad. Hablo en nombre propio, pero soy consciente de que la mayoría de mis colegas comparten mi opinión. En primer lugar, debo dar la enhorabuena a todas las empresas que ofrecen soluciones informáticas para el sector, porque todos hemos sido capaces de adaptar los sistemas para que nuestros clientes pudieran cumplir con la Ley en tan ridículo margen de tiempo. La inmensamayoría de los sistemas informáticos estaban ya ofreciendo los 20 céntimos de descuento el viernes 1 de abril a las 00:00 horas. Es cierto que en muchos casos las operativas se habían complicado, que aún había gran incertidumbre sobre la forma en que debía calcularse las bases y cuotas de IVA, que quedaban muchas cuestiones por resolver, y que algunos sistemas terminaron colapsando, pero la mayoría de las estaciones estaban funcionando y cobrando correctamente. “ABSOLUTO DESPRECIO POR PARTE DE LA ADMINISTRACIÓN” Es mi objetivo hacer participe a todos los actores del sector, incluida la Administración Pública, de las condiciones en las que nos estamos viendo obligados a trabajar los profesionales de la informática como consecuencia de este Real Decreto ley, de los riesgos que corremos, de los costes que nos está ocasionando, de la presión que soportamos y del absoluto desprecio que sufrimos por parte de la Administración. Sistemas informáticos y RDL 6/2022, ¡nunca más! La expresión ‘Nunca más’, acuñada en 2002 tras el hundimiento del petrolero Prestige en las costas gallegas, resumía el sentir de la ciudadanía por las graves consecuencias económicas y medioambientales que tuvo este desafortunado accidente. Esta frase vuelve a cobrar plena vigencia en el sector de distribución de hidrocarburos tras la publicación del igualmente desafortunado Real Decreto ley 6/2022 de 29 de marzo. Antonio Martín Márquez, ingeniero en Informática, director general de Aseproda Informática
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