EP27 - Enviropres

BIOGÁS 42 Luis Puchades y Juliana Herrero, director y técnico de proyectos de biogás respectivamente de Biovic Consulting S.L. LLEGÓ EL MOMENTO DEL GAS RENOVABLE Tras mucho tiempo rezagados con respecto a otros países europeos, el sector del biogás y biometano experimenta un auge en España con varios proyectos en etapa de estudio y desarrollo y con condiciones de mercado favorables. El gas renovable es imprescindible para llegar a los objetivos de descarbonización de Europa en 2050. Nuestro modelo energético necesita el gas para muchos usos, principalmente industrial, residencial y/o el transporte de mercancías. La producción de muchos bienes de nuestro consumo diario, desde la cerámica a la cerveza, pasando por los fertilizantes, necesitan de procesos industriales donde el gas es fundamental. Principalmente, existen dos gases renovables: el hidrógeno y el biogás. La Comisión Europea ha lanzado un plan estratégico de desarrollo de hidrógeno muy ambicioso, con más de 500 mil millones de euros a 2050. España no se queda atrás, planea invertir 1.500 millones de euros en los próximos 3 años. Por ello, se espera que sea un gran vector energético y un regulador del sistema. Sin embargo, aún se encuentra en la etapa inicial de su desarrollo, por lo que a corto plazo se espera un gran despliegue del biogás. Es una tecnología madura, que no solo aporta energía verde, sino que captura las emisiones que generan los millones de toneladas de residuos orgánicos en su descomposición. La Hoja de Ruta del Biogás reconoce su contribución a la economía circular, ya que establece sinergias entre distintos sectores tales como la gestión de residuos urbanos, la industria alimentaria, el sector agropecuario, depuración de aguas y contribuye a los objetivos de reto demográfico. Además, no hay que fabricarlo, lo están fabricando microorganismos bacterianos sin interrupción, todos los días del año, y sus emisiones son, además de un gas de efecto invernadero, nocivas para la atmósfera que respiramos en mayor o menor medida según los tipos de residuos. El biogás puede ser depurado a una composición equivalente al gas natural (entonces se le conoce como biometano), y es la tecnología de gas renovable más madura y, a día de hoy, más barata. Desde hace muchos años, los países vecinos reconocieron y apoyaron el desarrollo del biogás. Entendieron su potencial de descarbonización, así como otras ventajas que aporta a la sociedad. Aparte de la reducción de emisiones y de sustituir a energías fósiles, mitigando el cambio climático y mejorando la calidad del aire, también contribuye a reducir la contaminación de suelos y aguas, genera empleo en zonas rurales y produce bioproductos como los biofertilizantes reemplazando fertilizantes químicos. Es por todas estas 'externalidades positivas', que otros países apostaron fuertemente por su desarrollo, estableciendo marcos jurídicos estables, ayudas financieras, promoviendo y estimulando producción y consumo. El número de plantas de biogás en la UE supera las 19.000, mientras que en nuestro país aún no llegamos a 300, sumando todas, agropecuarias, alimentarias, EDAR, vertederos. Si consideramos las de biometano, Europa acabó 2021 con algo más de 1.000 plantas, de las cuales 365 están en Francia. Cabe destacar que en este país se inauguran dos plantas a la semana. En España, a día de hoy, contamos con cinco, aunque hay numerosos proyectos en desarrollo.

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