BIOGÁS 40 el consumo de químicos. Entonces, las plantas WTE tienen un impacto positivo sobre el medio ambiente en cuanto que producen energía renovable y reducen las emisiones de CO2 ya que disminuyen los camiones que trasportan lodos y productos químicos. De la misma manera, en las industrias de azúcares y almidón, el biodigestor anaerobio trasforma la carga orgánica contenida en las aguas residuales en biogás y reduce los tratamientos aeróbicos aguas abajo. Además de las ventajas mencionadas anteriormente, en este caso el efluente resulta ser una fuente continua de energía limpia que agrega valor a los desperdicios de la producción. La mayoría de las ineficiencias de la producción se convierten en energía garantizando un proceso completo de tratamiento de agua y sustentando un proceso de economía circular: la digestión anaeróbica baja los costes de operación de la PTAR considerablemente desde que un 70-90% de las pérdidas se convierten en energía renovable y solo un 10-30% se tiene que tratar en un proceso aeróbico. SOSTENIBILIDAD La digestión anaeróbica es una fuente de energía renovable con enorme potencial en la industria agroalimentaria. Primero, las plantas WTE son descentralizadas y dependientes solo de la producción de la empresa. Entonces, ellas generan energía exactamente donde se necesita porque el productor de residuos, la planta de biogás y el consumidor de la energía generada con el biogás quedan en el mismo lugar sin costos para el trasporte de combustible y/o de energía eléctrica. Además, las plantas WTE no producen energía solo en los días con condiciones climáticas favorables sino en los días en los cuales la empresa está en funcionamiento, es decir, en los días en los que las empresas necesitan energía. Hasta hoy, las plantas construidas por Fluence han producido 206 GWh de energía limpia al año, compensando el equivalente a 145,500 toneladas métricas de dióxido de carbono. El 'combustible' orgánico llevado al ambiente controlado de las plantas de biogás evita que las emisiones producidas por la descomposición de materia orgánica se liberen a la atmósfera, así se contribuye a la reducción de gases de efecto invernadero. Por tanto, a lo largo del proceso de digestión anaeróbica se eliminan residuos, evitando emisiones de CO2, y se produce energía renovable (que sirve también para el autoconsumo) y productos como fertilizantes. El uso del digestato como biofertilizante ayuda a devolver el carbono orgánico al suelo y reduce el uso de fertilizantes minerales, cuya producción es intensiva en carbono. Es decir, el biogás es un buen ejemplo de economía circular. Por estas razones, a diferencia de otras fuentes de energía renovable, como la eólicas y fotovoltaicas, el biogás es la única fuente de energía renovable que bajas las emisiones de CO2 y que garantiza una independencia energética. El biogás es una forma de energía democrática, de hecho, no depende de factores externos como disponibilidad de materias primas o inestabilidad geopolítica. Una tecnologíawin-winpara la empresa, la comunidad y el medio ambiente. Digestor en una industria de confitería en Italia.
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