EuroFach Electrónica 495

53 IA Los avances tecnológicos han hecho posible que los sistemas integrados de automoción se comuniquen con los sensores, tanto dentro del vehículo como en el servidor en la nube, de forma eficaz y eficiente. Aprovechando un entorno informático distribuido que optimiza el intercambio y el almacenamiento de datos, el IoT del automóvil mejora los tiempos de respuesta y ahorra ancho de banda para una experiencia de datos rápida. La integración de esta arquitectura con una plataforma basada en la nube ayuda además a crear un sistema de comunicaciones robusto e integral para tomar decisiones empresariales rentables y realizar operaciones eficientes. En conjunto, el dúo edge cloud e inteligencia integrada conecta los dispositivos edge (sensores integrados en el vehículo) con la infraestructura informática para dar paso a una nueva gama de aplicaciones centradas en el usuario y basadas en entornos del mundo real. Los seguros y las garantías ampliadas pueden beneficiarse del análisis activo del comportamiento del conductor, de modo que puedan elaborarse módulos de formación específicos para las necesidades individuales del conductor basados en el historial y el análisis del comportamiento real de conducción. En el caso de las flotas, la supervisión activa de las puntuaciones tanto del vehículo como del conductor puede permitir reducir el TCO (coste total de propiedad) para que los operadores de flotas reduzcan las pérdidas debidas a hurtos, robos y negligencias, a la vez que se proporciona una formación activa a los conductores. GRANDES BENEFICIOS EN LA MEJORA DE LA SEGURIDAD Uno de los principales beneficios de la IA en los coches conectados es su capacidad para mejorar la seguridad. Al analizar datos de diversas fuentes, como patrones de tráfico, condiciones meteorológicas y el comportamiento de otros conductores, la IA puede ayudar a los conductores a tomar mejores decisiones en la carretera, reduciendo el riesgo de accidentes. La IA también puede utilizarse para controlar el comportamiento de los conductores y alertarles de posibles riesgos, como la somnolencia o la conducción distraída. Las cosas sorprendentes que ocurren dentro de los vehículos actuales pueden provocar accidentes. Los conductores pueden ver algo perturbador -un accidente de tráfico o un animal herido por un coche- o hacer algo que les distraiga, como derramar el café o dejar caer el móvil. La detección de emociones y actividades puede detectar estas situaciones y adoptar medidas de seguridad, como pasar brevemente al modo autónomo y reducir la velocidad hasta que el conductor pueda recuperarse. Si surge una emergencia, incluso con un conductor inconsciente o incapacitado, los coches deberían ser capaces de llamar al 911 o incluso llevarlos de forma autónoma al hospital. La falta de atención del

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