EF481 - Eurofach Electrónica

32 TEST Y MEDIDA Redefinición de las estrategias de pruebas fronthaul A medida que nos adentramos en la era del 5G, las exigencias en cuanto a las infraestructuras de redes móviles no harán más que aumentar. Será necesario respaldar un porcentaje de datos cien veces superior al actual. Del mismo modo, el número de conexiones que cada teléfono móvil tiene que tratar ascenderá drásticamente. Con el tiempo, también será necesario admitir una operación de latencia ultrabaja. Todo conllevará a un cambio importante en el tipo de topología fronthaul utilizada. Peter Spillman, vicepresidente global de Estrategia de Producto, Electro Rent En este artículo veremos las implicacio- nes que habrá desde una perspectiva a nivel de pruebas. Resumiremos los cambios en la forma en que los pro- fesionales de la ingeniería llevan a cabo las actividades de pruebas de rendimiento fronthaul a medida que el sector avanza dejando atrás las tec- nologías de interfaces para pasar a utilizar tecnologías más modernas. También ofreceremos información sobre los equipos necesarios para realizar dichas pruebas y sobre las distintas formas que existen para adquirir dichos dispositivos. En generaciones anteriores de comuni- cación móvil, la tecnología de interfaz de radio pública común basada en fibra (CPRI o ‘fibre-based common public radio interface’) conectaba la unidad base (BBU) al punto de radio remoto (RRH o ‘remote radio head’) en cada estación base indi- vidual. Ahora estamos empezando a ver un aumento en la frecuencia de una estrategia alternativa, que es esencialmente más flexible y escala- ble. Con la llegada de la topología de red de acceso de radio centralizado (C-RAN), es posible agilizar las redes móviles, dejando atrás algunas de las complicaciones actuales. DATOS BÁSICOS DE C-RAN En lugar de que cada estación base de telefonía móvil tenga su propia BBU independiente, con C-RAN una fuente de BBU centralizada sirve simultánea- mente a varias estaciones cercanas. Este método ofrece ventajas evidentes, ya que los costes de mantenimiento y de hardware, así como el consumo eléctrico y la gestión térmica, pueden verse reducidos significativamente. La imagen 1 ilustra la diferencia entre