INNOVACIÓN Y SOLUCIONES MÁS NOTICIAS DEL SECTOR EN: WWW.INTEREMPRESAS.NET • SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER Es un concepto relativamente novedoso, por lo que cabe la posibilidad de que no se haya oído hablar de él. Build to rent (BTR), que traducido al castellano significa construir para alquilar, es todo un trending topic en el sector inmobiliario. En España comenzó a desarrollarse hace apenas un par de años, cuando llegó procedente del mercado anglosajón, donde es un producto yamuy desarrollado. No en vano, el mercado inglés está entregando, cada año, unas 8.000 viviendas BTR, por apenas 2.000 en España. Sin embargo, en el caso español, estás cifras sólo pueden crecer como opción de inversión para empresas y profesionales, sobre todo, teniendo en cuenta dos datos. Uno: en la última década, una de cada diez viviendas construidas en España se han destinado al alquiler (esto supone 70.000 arrendatarios más cada año, algo impensable hasta hace muy poco tiempo). Y dos: el 95% del negocio del alquiler en nuestro país está, aún, en manos de particulares. QUINIENTAS VIVIENDAS Y 135 METROS DE ALTURA Dada la pujanza del BTR en Inglaterra, es allí donde, también, los desarrollos urbanísticos de esta modalidad de alquiler están alcanzando las mayores dimensiones. Un claro ejemplo de ello es Ten Degrees, las dos torres – suma del ensamblaje de más de 1.500 módulos- recientemente construidas en Londres (Reino Unido) y que ostentan el título de rascacielos modular residencial más alto del mundo. Gestionado por Greystar, una empresa líder, a nivel mundial, en alquiler de viviendas, los apartamentos de Ten Degrees van de uno a tres dormitorios, a partir de 55 m2. Los residentes tienen acceso a una amplia gama de servicios compartidos, más propia de un hotel de lujo que de un desarrollo residencial. Los residentes disponen de gimnasio, espacio de trabajo compartido, comedores, spa para mascotas, sala de juegos, cine y una azotea con vistas de 360° sobre el skyline de Londres. Los contratos de alquiler más bajos son de 1.450 £ al mes (alrededor de 1.650 €), una oferta competitiva para los precios medios de la capital británica. Cada piso fue fabricado fuera de obra, siguiendo una tipología modular, en una fábrica de Bedfordshire (85 kilómetros al norte de Londres) por la constructora Tide Construction y la empresa asociada Vision Modular Systems. Una vez listos, los módulos comenzaron a ser ensamblados sobre el solar de construcción, casi como si fueran bloques gigantes de Lego. De este modo, se pudo optimizar el proceso de construcción, reduciendo tanto el consumo de energía como el impacto medioambiental en el área circundante. Todo el edificio se completó en tan sólo 39 meses. A LA MEDIDA DE LA GENERACIÓN ‘MILLENNIAL’ Entre sus abuelos y padres no fue extraño el perfil laboral del pluriempleado. Las jornadas laborales que enlazaban varios empleos tenían un claro objetivo: conseguir ahorrar lo suficiente, para ser propietarios de una vivienda. La seguridad ante todo. Sin embargo, la transformación del mercado laboral –hoy en día resulta un tanto utópico encontrar vidas laborales que empiecen y terminen pasando por una sola empresa- también ha transformado la escala de anhelos vitales de los que hoy tienen en torno a los 40 años. Adquirir una vivienda en propiedad es uno de ellos. O sea, que son relativamente pocos los ‘millennial’ que tienen como uno de sus principales objetivos en la vida acceder a una vivienda en propiedad (y no digamos ya entre generaciones posteriores). El BTR, el concepto inmobiliario de construir para alquilar, surge, así, en el caldo de cultivo perfecto para arraigar y crecer. En palabras del experto inmobiliario Eduardo Molet “la falta absoluta de vivienda protegida y el claro cambio generacional experimentado en los últimos años, hace que los modelos de relación y conLa fórmula de alquiler BTR atrae al público más joven, ya que proporciona un hogar y sostenible, mientras que el arrendatario puede tener ingresos seguros más rápido. 70
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