Construcción Industrializada_CW3
OPINIÓN Figura 1. Procesos involucrados en la CI. Adaptado de González (2020). 34 3. Mejora la seguridad. Gran parte del trabajo se traslada al entorno controlado de las fábricas, con la consi- guiente mejora en las condiciones laborales. 4. Aumenta la calidad. Una ventaja significativa de trabajar en un entorno controlado y automatizado, como es el caso de la prefabricación, es que per- mite un mayor control de calidad que en una obra tradicional. 5. Eleva la productividad. Con un estilo de producción similar al de la industria manufacturera, la CI se apoya en la automatización y en el uso de los datos como herramientas fundamentales. 6. Ofrece un mayor control y eficiencia. Emplea formas innovadoras de gestión de procesos (LEAN, BIM, etc.), que permiten aumentar la eficiencia y optimizar los recursos. 7. Aporta flexibilidad. Permite una mejor adaptación al diseño y a las necesidades del cliente. 8. Favorece la incorporación de colectivos tradicio- nalmente poco presentes en este sector como, por ejemplo, las personas con discapacidad. A pesar de su potencial para aportar soluciones a los acuciantes problemas que experimenta el sector de la construcción, la CI es todavía una metodología emergente con ciertas limitaciones que dificultan su adopción. Algunas de estas son el espíritu conservadurista del sector, una percepción social negativa de la automatización como destructora de empleo o de los elementos prefabricados como de baja calidad y diseño, la elevada inversión de capital inicial en tecnología y formación, dificultades de financiación de la construcción off-site y una baja inte- roperabilidad entre distintos software y equipos. Esto último es algo que, como veremos a continuación, podría solventarse mediante la implementación de tecnologías emergentes. CONSTRUCCIÓN 4.0 Dada su naturaleza industrial, la CI presenta un gran poten- cial para adoptar con éxito las tecnologías emergentes, en comparación con la construcción tradicional. Así, la CI se perfila como un catalizador de la transformación digital del sector de la construcción, dando paso a lo que se conoce como Construcción 4.0. Con respecto a esto, la automatización del proceso constructivo empleando equipos robotizados se traduce, no únicamente en un incremento de productividad, sino también en un menor índice de siniestralidad laboral. Por su parte, las técni- cas de fabricación aditiva o impresión 3D de materiales constructivos aportan flexibilidad y oportunidades de personalización (Qi et al., 2021). Otro rasgo fundamental de la Construcción 4.0 es la mejora de la eficiencia del proceso constructivo a través de su virtualización. Precisamente en este punto, la metodolo- gía BIM (Building Information Modelling) desempeña un papel fundamental, puesto que permite generar y ges- tionar un gran volumen de datos de un edificio durante su ciclo de vida. Así, se logra dotar de inteligencia a los elementos constructivos, lo que garantiza una mayor pre- cisión y trazabilidad durante la vida útil del edificio. Esta metodología se basa en el modelado 3D de edificios con una gran cantidad de datos asociados, lo que permite una gestión más eficiente del tiempo y recursos, tanto en el diseño como en la construcción y el mantenimiento del edificio. Su fundamento es la información estructurada, centralizada, definida, de fácil acceso e intercambiable entre los distintos profesionales, que potencia la colabo- ración y permite una toma de decisiones más proactiva y fundamentada (Saieg et al., 2018). Todo esto implica un profundo cambio en el sector de la construcción, pasando de una concepción tradicional a una industria basada y centrada en datos. Un cambio
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx