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11 obtener las mejores prestaciones del producto y rendimiento de los materiales: aluminio, ABS + poliamidas, gomas, herrajes, accesorios, manillas, etc. Las ventanas y puertas resultan ideales para el sector de la construcción industrializada, dado que se entregan totalmente acabadas y equipadas, a punto de instalar, por lo que su ensamblaje en los módulos preconstruidos resulta sumamente sencillo, aportando una máxima eficiencia energética a la construcción. El Grupo Liebot al que pertenece K·Line, fundado en 1745 y con 279 años de historia familiar y 11 generaciones de trabajo ininterrumpido, cuenta con una planta de extrusión de aluminio, la factoría EX’AL, con un sistema de producción 4.0 altamente automatizado único en el mercado, que consume un 50% menos de energía, y que provee de perfilería de aluminio a las 7 plantas de producción de K·Line distribuidas entre Francia y España. Asimismo, el Grupo Liebot, junto al Grupo Fineiral, han puesto en marcha el proyecto de fábrica Coralium, que se encargará de clasificar y procesar los 3 tipos de residuos de aluminio, para producir tocho de aluminio puro, desde restos de producción y carpinterías al final de su vida útil, logrando así una economía circular y cumpliendo con los objetivos marcados en el plan de sostenibilidad K·Line Planet con la primera fundición está prevista para enero de 2025. El aluminio es, sin lugar a duda, uno de los materiales más respetuosos con el medio ambiente a lo largo de todo su ciclo de vida. Se obtiene a partir de la bauxita, tercer recurso natural más abundante del planeta. El 50% de la energía utilizada para su transformación y forja es hidroeléctrica, o sea, energía renovable que no emite gases de efecto invernadero. Hay que recordar que el aluminio es un material 100% reciclable, casi indefinidamente, sin degradarse sus propiedades y que por su valor cuenta con sus propias cadenas de reciclaje, que hoy en día reutilizan el 95% del aluminio de los edificios al término de su ciclo vital. En los próximos 10 años, el objetivo es producir tanta energía como la que consumen. Esto significa, ante todo, reducir el consumo actual de energía y hacer la transición a otras fuentes de energía, además de ofrecer productos 100% reciclables y desmontables, creando redes locales de reutilización y reciclaje o estableciendo vínculos con ellas. Vivienda biopasiva en Guadadalajara. Imagen de una línea de producción en la factoría de K·Line.

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