Construcción Industrializada_CW14

23 CASOS REALES El Plan Vive está siendo una realidad y ya se están entregando las primeras viviendas Built To Rent en distintas zonas de Madrid. Una de ellas es el proyecto que ha impulsado ávita con Culmia en Alcorcón. Se trata de dos edificios simétricos, que se han levantado de forma industrializada, para garantizar la entrega dentro de los plazos previstos. Con esto, no solo se ha conseguido una notable reducción de tiempo de ejecución, sino que incorporan sistemas y productos avanzados e innovadores, para dar respuesta al ahorro energético, pero, sobre todo, garantizan unos altos estándares de confort y salud para sus habitantes. La promoción, diseñada por el estudio Cano y Escario, cuenta con 274 viviendas en dos urbanizaciones de 140 y 134 viviendas, dividida en dos bloques rectangulares que aportan eficiencia energética pasiva, liberando espacios de parcela para jardín y zonas comunes exteriores, como una piscina y un parque infantil. Los edificios cuentan con cinco alturas y disponen de sistemas prefabricados, tanto en fachadas como en elemenImagen del salón y el dormitorio principal de las viviendas de entre 40 y 60 metros cuadrados. TECNOLOGÍA Y SOSTENIBILIDAD DESDE LA FÁBRICA DE ÁVITA EN ARANDA DE DUERO La tecnología necesaria para acometer este proyecto se ha desarrollado en ávita Factory, ubicada en Aranda de Duero. Desde allí se han fabricado los más de 5.000 paneles necesarios para llevar a cabo la construcción de la primera fase del Plan Vive, gracias a una combinación de robótica avanzada y talento humano de máxima cualificación. El modelo de construcción industrializada desarrollado por ávita basa su éxito en una combinación de ventajas estratégicas, entre las que destacan una importante reducción de plazos de ejecución, optimización del OPEX – CAPEX y el aumento de la calidad y optimización de recursos, entre otros. Todo ello, repercute en una reducción de costes que favorece la viabilidad económica de estos proyectos. Asimismo, la sostenibilidad desempeña un papel fundamental en este sistema constructivo, un modelo que reduce hasta un 75% los residuos en obra, el consumo de agua en un 20%, el de materias primas y hormigón hasta en un 50%, la contaminación acústica en un 50% y las emisiones de CO2 en un 40%. Las ventajas en términos de eficiencia energética, además, benefician a los residentes de estos edificios, ya que este sistema minimiza el coste anual de consumos hasta en un 32%.

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