41 muy considerable. Y la posibilidad de reutilizar, reciclar o desmontar los paneles, hacen que el fin de vida sea más asequible. Para conocer el verdadero alcance de las fases de construcción, uso y fin de vida, se hace necesario realizar un ACV completo. En el caso de Thermochip se ha realizado con el ITeC un ACV de una vivienda unifamiliar estándar. Para poder establecer una referencia se han comparado los sistemas Thermochip frente a sistemas tradicionales y sistemas de construcción industrializada pesados. Los principales aspectos analizados son las emisiones de C02, el consumo energético y de agua potable. Los sistemas analizados con Thermochip se corresponden con entramados ligeros, tanto de madera (ELM) como de perfiles de acero conformados en frío (Light Steel Framing). Además, se analiza un sistema modular 3D compuesto de estructura principal de acero laminado en caliente y estructura secundaria de perfiles conformados en frío. En cuanto a las emisiones de CO2 el valor de referencia para una construcción tradicional sería de 241.945,23 kg, mientras que los sistemas Thermochip tendrían una media de 113.909,05 kg. Lo que representa una reducción en torno al 53% en cuanto a las emisiones de CO2. Asumiendo que si un coche consume 0,1204 kg de CO2 por km y hace una media de 15.000 km al año, emite unos 1.806 kg de CO2/año, lo que aproximadamente supondría la retira de 75 coches al año. El coste de todo el ACV en energía para la construcción tradicional de esta vivienda es de 4.263.680,20 MJ. Para las opciones Thermochip arroja una media de 2.797.911,75 MJ, lo que representa una reducción del 34% de consumo de energía. Por lo tanto, Si un hogar en España consume 9.922 kWh/ año, el sistema Thermochip supone un ahorro de 431.499,73 kWh frente a los sistemas pesados. Un coche eléctrico consume aproximadamente 16 kWh cada 100 km, por lo que con esa energía podría darse más 200 vueltas al mundo. Por último, y no por ello menos importante, el consumo de agua durante el ACV representa un factor fundamental en un entorno como el español, en el que más del 75% de la superficie del país se encuentra en riesgo de desertificación y el 70% de las cuencas hidrográficas presenta estrés hídrico alto o severo. Además, una construcción en seco implica un proceso constructivo más limpio, eficiente y rápido, con las ventajas que tiene a nivel de costes indirectos, coordinación de obra, etc. Para los datos de consumo de agua una construcción tradicional tiene un consumo de 23.321,39 m3, mientras que los sistemas Thermochip tienen una media de 9.283,60 m3, una reducción del 64% en el consumo de agua potable. Tomando como referencia que una persona hace un consumo de 133 litros de agua al día y empleando los sistemas Thermochip supone un ahorro de 17.216.720 litros con respecto a los sistemas pesados, lo que suponen un ahorro del consumo de agua de 129.449 pax/día aproximadamente, lo que equivale al consumo de agua potable de 1.500 personas en tres meses. n Para más información sobre ACV contacta con Thermochip en info@thermochip.com.
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