gón, tras la cual, se levantan 8 plantas en CLT. Aunque el proyecto va más allá del aspecto constructivo, ya que pretende aunar naturaleza con vida en comunidad. “Este edificio tiene varios atributos que lo harán singular. De este modo, en la parte superior del edificio existe un remanente que se convertirá en un invernadero solar, para producir los alimentos necesarios para sus residentes. Además, en la planta baja está prevista la creación de un ateneo de fabricación digital, para crear muebles o piezas que requieran sus usuarios, mientras que en las terrazas en doble o triple altura se incluirá vegetación. La madera no solo ha venido para sustituir otras materialidades, sino que conlleva un cambio en la forma de hacer construcciones. Como arquitectos tenemos la responsabilidad de generar este lenguaje”. Otro de los ejemplos de construcción en madera es el Casal de Barrio de Trinitat Vella, un edificio que destaca por su apertura a la comunidad, cuya piel de madera de Pino Radiata le confiere le confiere calidez y resistencia en un espacio de comunicación y abierto a la comunidad. Carol Beuter de Haz Arquitectura destacó algunas de las singularidades de este proyecto, como los pozos canadienses o los patios interiores, que actúan como chimeneas de ventilación, además de su compromiso tras la vida útil del propio edificio, ya que se ha diseñado para ser fácilmente desmontable. “Es un edificio compacto, que no pierde visual con el exterior”, remarcó. Por su parte, Ignasi Caus, gerente de Tall Fusta, expuso un caso de éxito de rehabilitación en madera. La industrialización se abre camino en reforma, en este caso, de fachadas como en el edificio Financiera de Andorra, en Andorra La Vella, donde se actúa en la fachada, no solo para mejorar su estética, sino ptambién su eficiencia energética. Por este motivo, se ha apostado por la madera y, para reducir su mantenimiento, se acabará con paneles de Trespa, garantizando unos criterios Passivhaus, a partir de una envolvente térmica mediante muros de entramado ligero industrializados. “El objetivo de este edificio de 1970 es que sus acabados, en un 95%, procedan de fábrica para la construcción industrializada”. Finalmente, Node debe ser la nueva sede de Andorra Telecom. Un proyecto majestuoso que presentaron Xavier Orteu y Jesús Marín de Orteu Riba Arquitectes y que será una realidad en 2026. “Se trata de un edificio que encapsula a uno ya existente, además de destacar por su voladizo de 14 metros”, reconoció Jesús Marín. La particularidad de este edificio es, sin duda, este voladizo, pero también se pretende que la construcción se Daniel Ibáñez, director del IAAC, durante su ponencia sobre el proyecto de Terrazas para la Vida. relacione con el entorno. “Atendiendo a parámetros de sostenibilidad, el edificio se eleva, siendo su imagen más significativa la que se proyecta en la zona comercial de la avenida Meritxell”, añadió Xavier Orteu. Un proyecto que se ha diseñado bajo la metodología Level(s) “porque analiza la vida útil de los materiales, para reducir la huella de carbono”, añadió Marín, reconoció que deben afrontar varios retos. Por un lado, debido a que el edificio ‘encapsulado’ alberga los servidores de la compañía de telecomunicaciones, se deben reducir las vibraciones; y, además, en su interior debe primar un espacio flexible para oficinas, mientras que en la planta -1 albergará un Centro de Artes Digitales. El proyecto está previsto que empiece en enero de 2024 y concluya tras 30 meses de trabajo. n 55 Xavier Orteu y Jesús Marín, de Orteu Riba Arquitectes, durante la presentación del proyecto Node, que será un hito en Andorra.
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