CW11 - Construcción Industrializada

ENTREVISTA En la pasada edición de Cevisama presentó oficialmente este sistema en colaboración con las empresas Reymansa, Neolith, TAS y Diab que causó una gran sensación. ¿En qué fase se encuentra actualmente esta patente? Lo que presentamos en Cevisama fue un prototipo del BIP sabiendo de la existencia de empresas que quieren hacer una inversión muy importante en sistemas de construcción industrializada aquí en España. La patente se encuentra en fase de solicitud nacional y europea y ya hemos tenido contacto con varias empresas interesadas. A nivel técnico, ¿cuál es la complejidad de su producción? ¿Se ha modificado o evolucionado sobre la patente original? No tiene una producción compleja. Aunque inicialmente se pensó que el revestimiento idóneo para recubrir la estructura metálica que se pliega sería la madera, más tarde descubrí el nuevo sándwich cerámico, que acababa de presentar Reymansa con los núcleos de Diab. El sándwich cerámico es prácticamente igual de ligero que la madera, pero mucho más resistente al sol y con mucho menor mantenimiento. Además, la mayoría de mis investigaciones provienen del mundo de la cerámica y la gran mayoría de mis patentes se han ideado a partir de este material. Es un mundo que conozco mucho mejor que la madera. Y en nuestro país tenemos una industria muy potente en cerámica, especialmente en Castellón, así que tomé la decisión de incorporar este material en el prototipo inicial. La apuesta en los balcones industrializados va de la mano un poco con la tendencia actual, tras la pandemia, de encontrar aperturas hacia el exterior en los hogares, dejar que entre la naturaleza al interior, más iluminación, espacio… y con esto no sólo se conseguiría en rehabilitación sino también en obra nueva. ¿Esta patente puede adaptarse a ambas casuísticas? Exacto. Se ideó inicialmente para proponer en el mercado de la rehabilitación unos balcones ligeros, que pudieran agregarse o anclarse a las fachadas como grandes estanterías. Así podíamos subsanar la carencia de muchos edificios actuales y ofrecerles estos dispositivos de salida y contacto con el exterior. Pero el mercado enseguida nos ha marcado también la dirección hacia la obra nueva: de la misma manera que se están produciendo baños prefabricados para introducirlos en hoteles o bloques residenciales nuevos, estos BIP podrían incorporarse igualmente en las fachadas de estos edificios, que se empiezan a construir de manera más industrializada. Fue toda una alegría descubrir en Cevisama que algunos promotores de gran relevancia nos preguntaban dónde se vendían esos balcones, porque tenían edificios en construcción que ya necesitaban con urgencia muchas unidades para sus fachadas. ¿Qué particularidades técnicas destacan en esta patente de balcones industrializados? En primer lugar, la particularidad de que son plegables y desplegables. Ya existen balcones prefabricados, pero estos ocupan un excesivo volumen con la incorporación de las barandillas y las escuadras de sujeción a fachada. Ello repercute negativamente en el precio de cada balcón a la hora de almacenarlos y de transportarlos a la obra, puesto que caben pocas unidades en cada viaje de camión. Nosotros presentamos un marco estructural que puede plegarse en sus esquinas, para poder reducirlo fácilmente a una serie de tableros apilados. Esto posibilita transportar muchas más unidades en un solo viaje de camión y reduce el volumen de acopio en almacén. Todo ello repercute en un mejor precio de cada balcón respecto a sus competidores actuales. En segundo lugar, el marco perimetral incluye una cubierta para el balcón. Esto favorece doblemente al edificio. Por un lado, en verano esta cubierta actúa como un alero que ofrece sombra a las zonas vidriadas, reduce el excesivo asoleo y, por tanto, se ahorra en consumo energético de aire acondicionado. Y, por otro lado, en estaciones lluviosas la cubierta protege a la fachada de las humedades por lo que requerirá menores gastos. Estos balcones también introducen la posibilidad de incorporar complementos como armarios, bucs, jardineras o mobiliario a juego con el propio marco perimetral, de manera que continente y contenido puedan presentar las mismas líneas de diseño. Y si, además, consideramos todos estos balcones como un bricolaje de grandes estanterías en las que disponer jardineras, podemos integrar la vegetación como en un jardín vegetal y el conjunto de fachadas resultaría una operación de mejora urbana. ¿De dónde surgió la idea de inventar estos balcones plegables? Como he comentado antes, con la pandemia de covid se detectó una creciente demanda social de terrazas y balcones, y ahí empezó la idea de ‘enchufar’ balcones a la fachada, como quien fija una estantería. Con la inestimable colaboración de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación de la Universitat Internacional de Catalunya (UIC Barcelona) realizamos un informe de patentabilidad, para comprobar si el concepto que manejábamos era protegible con una patente. Y, efectivamente, descubrimos que lo era. Después, en la UIC monté un equipo con el que empezar a trabajar la propuesta y en breve salió la oportunidad de construir un prototipo para la feria Cevisama en Valencia con las empresas que he citado anteriormente. 47

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