Canteras y explotaciones_CS662

69 Cuando allá por el año 1984 Patricio Sánchez Carrera colocó los cimientos del Grupo Imesa, con un ámbito territorial de trabajo centrado en Cataluña (Barcelona, Gerona y Tarragona), en su hoja de ruta no figuraba que 40 años después ampliara su zona de influencia primero con la marca Vimesa para Levante, Murcia y parte de Castilla-La Mancha, y después con Maquinaria Imesur para la zona oriental de Andalucía, penúltima pica puesta en este particular mapa de España de la zona de distribución de marcas tan relevantes en el mercado de la maquinaria como Liebherr, Wacker Neuson y Arden Equipment. Palabras mayores, tanto como la transformación de lo que era una abandonada y vandalizada instalación industrial en un polígono perdido de Loja (Granada), en una moderna instalación de más de 30.000 metros cuadrados con toda la iconografía corporativa Liebherr, visible desde una artería de comunicación vital para la zona como es la autovía A-92. Es sólo un paso más en lo que Patricio Sánchez cataloga como “sistema de vida”. La inauguración oficial de la instalación, abierta desde verano, tuvo momentos de orgullo y emoción a partes iguales. Desde luego a la cabeza estaba el fundador, rodeado de toda su familia, con su mujer Rosa María Escobar, directora Financiera de la compañía, siempre apoyándole y a cargo de la administración de la compañía junto a su hija Elisabet, Laura, encargada de dirigir el sistema de Calidad y Medioambiente, los Recursos Humanos y el Marketing, entre otras labores, y Eduardo, el flamante director Comercial. “Hemos venido para quedarnos” avanzó Patricio Sánchez, “hemos enfrentado desafíos pero siempre mantuvimos el compromiso de la excelencia”. “Esto no es un negocio, es un sistema de vida de una familia, mis hijos son los grandes valedores de esto, gracias a ellos estamos aquí” apostilló con indisimulada satisfacción. No es nada habitual en este siglo XXI que haya relevo generacional en este sector, menos aún que la continuidad sea de toda la saga al completo. No era menor la alegría del alcalde de Loja, Joaquín Camacho, al comprobar el resultado final de una obra que parecía imposible de rehabilitar cuando se partía de donde se partía, la práctica destrucción de la estructura de un edificio tras años de abandono. De ella se mantuvo La familia Sánchez Escobar hizo entrega de un obsequio al alcalde de Loja. En la imagen, de izquierda a derecha: Elisabet Sánchez, Laura Sánchez, Francisco Joaquín Camacho (alcalde de Loja), Patricio Sánchez, Rosa María Escobar y Eduardo Sánchez

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