CS660 - Canteras y explotaciones

56 Tribuna Nadie pone en duda hoy día el valor esencial que actualmente tiene la minería para España y para Europa. Durante los últimos años, ha quedado evidenciada la excesiva dependencia de terceros en el suministro de materias primas críticas y, aún más, el papel indispensable que juegan estos elementos en la transición energética y digital. La UE importa el 100% de 17 de los 34 materiales denominados críticos. Se trata de un sector que, sólo en nuestro país, agrupa a 3.755 empresas y 4.650 explotaciones mineras y fábricas; que genera 319.00 empleos, 26.600 millones de euros en volumen de negocio y 11.800 millones en exportaciones; y que mantiene los más altos estándares de calidad, innovación, sostenibilidad y seguridad. Europa es consciente del valor de la industria extractiva. Así lo confirman iniciativas como la Ley de Materias Primas Críticas de la UE, que persigue asegurar un suministro sostenible, consolidar las cadenas de suministro nacionales, reforzar el compromiso internacional desarrollando pactos beneficiosos para la UE y terceros países y promover una economía de materias primas más circular y más sostenible. Y al amparo de esta ley, los estados miembros deben desarrollar sus propias normativas que garanticen la defensa y la promoción del sector. Es por ello que, la pasada semana, la propia Comisión Europea pedía a sus miembros la elaboración de un plan para la exploración de recursos geológicos, cuya extracción debe iniciarse en menos de dos años. Un requerimiento al que España se había adelantado con la puesta en marcha de una estrategia específica, plasmada en la Hoja de Ruta para la gestión sostenible de las materias primas minerales. El documento, aprobado en agosto del pasado año por el Consejo de Ministros, está alineado con las políticas europeas sobre materias primas -como el Plan de Acción de Materias Primas Fundamentales o el reciente REPowerEU-, con el propio Pacto Verde, y con herramientas nacionales ya existentes, como la Estrategia de Seguridad Nacional o la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo 2050. Esta Hoja de Ruta contempla, además, hasta 46 medidas para que España aproveche sus recursos autóctonos, siempre de un modo sostenible. Incluso comunidades autónomas como Andalucía, con una gran riqueza minera, y que representa el 40% del valor de producción minera nacional, cifra que se eleva al 90% en el caso de la minería metálica, ha aprobado recientemente la Estrategia para una Minería Sostenible en Andalucía 2030, un instrumento complementario a la Hoja de Ruta nacional, con objetivos comunes en términos de sostenibilidad y eficiencia energética para el sector industrial y minero. Pero no sólo los gobiernos están mostrando su apoyo al sector minero, también lo están haciendo las grandes compañías: desde entidades bancarias hasta instituciones geopolíticas, todas van poniendo en marcha iniciativas para poner en valor la minería y su entorno. De hecho, acaba de nacer “La minería en España es modélica, sostenible y no acepta infundadas acusaciones de ilegalidades” César Luaces, secretario general de la Fundación Minería y Vida

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