Canteras y explotaciones_CS656

56 GEMELO DIGITAL La rutina incorpora una metodología que permite la exportación de los resultados numéricos observados por las diferentes instrumentaciones, en formato de archivos de texto para su cómoda manipulación. En este caso se obtienen las lecturas de los 3 piezómetros, así como de 3 hitos topográficos e inclinómetros, para cada una de las diferentes fases de cálculo. Estos resultados, junto con las medidas obtenidas por los sensores, son los principales parámetros de entrada en las posteriores simulaciones de los modelos de orden reducido (ROMs), que permitirán la evaluación en tiempo real de la estabilidad del dique, monitorizando valores como pueden ser los desplazamientos o el factor de seguridad. En la Figura 5 se muestra la salida gráfica de evolución de presiones de poro en los puntos correspondientes en el modelo al sensor físico, de tal modo que sea posible analizar y calibrar constantemente el modelo y que responda a las condiciones reales. CONCLUSIONES La realización de un gemelo digital en una balsa de relaves, permite el monitoreo continuo y preciso de una estructura minera potencialmente peligrosa debido a las características de la misma. Tras el análisis geológico-geotécnico del problema planteado, se genera una base de datos con toda la información disponible que permita la creación de la base del gemelo digital. Este ha de ser alimentado con datos in-situ proporcionados en tiempo real, por lo que se deben instalar una serie de sensores que permitan recopilar los mismos, y que estén conectados a la red para el envió continuo de información. Se debe de hacer un monitoreo y registro de estos datos obtenidos, para tener una completa compresión de los mismos, evitando así mal interpretaciones, propiciadas bien por fallos del propio sensor, o por el escaso conocimiento del problema a tratar. Adicionalmente, el uso de tecnologías novedosas y poco invasiva como los vuelos fotogramétricos, permiten obtener geometrías actualizadas en paralelo al proceso extractivo, así como posibles anomalías detectadas tras el procesamiento de imágenes, como la generación de grietas que comprometan la estabilidad del conjunto. Por último, se generan los modelos numéricos que sirven como herramienta a la entidad minera para tener el total control sobre la estructura. La retroalimentación del modelo numérico previamente generado, permite mantener actualizadas las condiciones de estabilidad que se presentan in situ mediante datos obtenidos en tiempo real. Esto permite la detección de posibles alertas durante la operación minera. La generación de modelos de orden reducido (MOR) permite representar de forma gráfica los resultados de los modelos numéricos, pudiendo llegar a predecir el comportamiento bajo unas condiciones específicas. l Figura 5. Simulación de piezómetro y evolución de presiones de poro a diferentes profundidades, como representación del sensor instalado en la balsa. Figura 4. Modelado de las fases de llenado de la balsa.

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