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41 y explotaciones SECTOR denominado PERTE, por el que se determinarán los proyectos estratégicos en los que invertir los fondos europeos de recuperación. Asimismo, según afirmaba el secretario general de Industria Blanco, “a diferencia de la crisis de 2008, Europa ha reaccionado de una manera muy diferente, permitiendo a los países tomar medidas drásticas a nivel de liquidez; de solvencia; de ayuda a los sectores productivos, a las personas y a los autónomos; e implantando, posteriormente, el plan de recuperación”. Por otro lado, ha subrayado la importancia de tener en cuenta los 14 objetivos país establecidos, de los cuales los 7 primeros están vinculados a productividad, a potenciar la investigación, el desarrollo, la innovación, el crecimiento empresarial y la transición ecológica y digital, entre otros. Además, ha hecho referencia a los 4 ejes del plan: la España verde, digital, igualdad de género y conexión territorial; así como a las 10 palancas de política pública, incidiendo de manera especial en la 5ª (modernización y digitalización del ecosistema empresarial), que suma el 23% de esos 70.000 millones. Por otro lado, ha hablado sobre las líneas conocidas como PERTE (Proyecto Estratégico de Recuperación y Transformación Económica). Tal y como ha señalado el ponente, estos proyectos tendrán una dotación de en torno a 2.600 millones de euros de subvención, más una parte similar de préstamos. “Estamos trabajando para poner en marcha el primer PERTE, el del vehículo eléctrico. Son proyectos orientados a cadena de valor, a tener componentes, baterías, litio, etc. Los beneficiarios serías agrupaciones de empresas que estén dentro de esa cadena de valor y puedan desarrollar los proyectos que dentro se definan”, afirmaba. El papel de las exportaciones España ha logrado prácticamente mantener su participación en las exportaciones mundiales a lo largo de la última década (2% cuota de mercado en 2019), gracias a una evolución positiva de la competitividad estructural de España. Sin embargo, la tasa de exportaciones de alta tecnología sigue estando entre las más bajas de la UE, aunque en términos absolutos sus exportaciones hayan aumentado. La internacionalización de la economía española continuó su senda creciente hasta el inicio de 2020, un proceso bruscamente interrumpido a partir de marzo como consecuencia de crisis sanitaria. El coeficiente estimado de apertura se situaría en 2020 en 59,7% del PIB (frente al 66,9% en 2019). Según la contabilidad nacional trimestral, la demanda externa ha tenido una aportación negativa al crecimiento de 2 puntos, resultado de la disminución de los ingresos por turismo. En lo que respecta al año 2020 hubo 55.133 empresas que exportaron regularmente, habiendo aumentado por noveno año consecutivo. Este incremento se centró en los exportadores regulares de menor volumen, mientras que el número de exportadores totales, así como el de los regulares en los tramos de mayor valor, se redujo en 2020 pero siempre de forma mucho más moderada que el valor exportado. La mayor parte del ajuste de las exportaciones ha recaído sobre el valor medio exportado por cada operador (margen intensivo), mientras que la disminución del número de exportadores (margen extensivo) ha sido más suave. En este contexto de transformación internacional, ICEX se ha comprometido a contribuir al fortalecimiento del sector exterior, haciéndole más inclusivo y resiliente, constituyendo un pilar de recuperación y contribuyendo a una internacionalización más sostenible. La internacionalización de la economía española debe afrontar aún una serie de debilidades estructurales, como son la fragmentación de la base exportadora; el limitado contenido tecnológico de las exportaciones y la insuficiente diversificación geográfica. Aprobación del Plan de Acción de Economía Circular con un presupuesto de 1.529 millones de euros Por otro lado, el Consejo de Ministros ha aprobado el I Plan de Acción de Economía Circular (PAEC), con un presupuesto de 1.529 millones de euros y 116 medidas que la Administración General del Estado pondrá en marcha a lo largo del trienio 2021-2023 para apoyar y consolidar de manera progresiva el despliegue de un modelo económico circular y descarbonizado. Estas medidas se han articulado en torno a 8 ejes de actuación que permitirán implementar acciones en economía circular: producción, consumo, gestión de residuos, materias primas secundarias y reutilización del agua. También, y con carácter transversal, actuaciones de sensibilización y participación, investigación, innovación y competitividad, y empleo y formación. La puesta en marcha de este primer Plan de Acción se recogía en la Estrategia España Circular 2030, que el Gobierno presentó hace un año y que constituye con el objetivo de materializar medidas concretas para desarrollarla. La puesta en marcha de este primer Plan de Acción conforma junto al proyecto de Ley de Residuos la clave de bóveda de todo el paquete de economía circular, una de las reformas estructurales más relevantes incluidas en la componente 12 del Plan para la Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Producción, consumo y gestión de residuos El primer eje de actuación del Plan de Acción, centrado en la producción (diseño y fabricación), incluye 17 medidas destinadas a la inclusión de la economía circular en áreas que van de la industria alimentaria al sector forestal, pasando por el impulso al ecodiseño o la inclusión de requisitos puntuables en los pliegos y programas de ayudas, préstamos y líneas de crédito públicas. Destaca especialmente la iniciativa PYME Circular, que tiene como objetivo integrar la economía circular en las pequeñas y medianas empresas, así como en nuevos modelos de negocio, habilitando espacios para la creatividad, la generación de ideas y la adaptación al cambio del modelo “lineal” al modelo “circular”. Se incluye también en este eje la financia-

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