iCANDELA_CN52

EXPERIENCIA La iluminación es cálida, dialoga perfectamente con los materiales y, sobre todo, está estrictamente ligada a las actividades a desarrollar en el espacio. Hay un perfecto equilibrio entre la iluminación totalmente direccional y puntual, enfocada realmente hacia donde hace falta, la iluminación ambiental difusa y la iluminación ornamental. Estas tres coprotagonistas son siempre omnipresentes, y no dejan lugar a los excesos o a la uniformidad extrema y aburrida. Se pone luz solamente donde es necesaria, y esta se dispone pensando en la comodidad, en los usos y actividades a desarrollar, y siempre en sintonía con la arquitectura y los materiales que la componen. Nada resulta forzado, todo parece innato y, por supuesto, no hay lugar para el deslumbramiento. A nivel profesional uno viene totalmente cargado de ideas, reflexiones e influencias, e incluso con ganas de experimentar más con algunos productos de iluminación como los downlights modulares direccionales de absoluto anti deslumbramiento. Sin embargo, también surge la incertidumbre o el miedo por no poder materializar del todo todas estas ideas y reflexiones por el choque cultural. ¿Las calles tan tenuemente iluminadas de Japón tendrían cabida aquí? ¿Se podría llegar a eliminar la luz fría y uniforme de nuestras viviendas en favor de la cálida y direccional? n Interior del restaurante Tsuru Ton Tan Ginza en Tokyo. Iluminación directa sobre mesas, bonsáis y otros objetos, e iluminación ornamental de suspensión. A la derecha visión nocturna de la estación de trenes de Takayama; y a la izquierda visión nocturna del exterior de los edificios de Hermes y Sony en Tokyo. 14

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx