MAESTROS DE LA ILUMINACIÓN Pero vayamos a lo esencial de este artículo y lo que me quedará grabado de por vida en mi vida profesional tras este viaje: la penumbra. Ya no me queda la menor duda de que los japoneses son unos auténticos maestros de la iluminación, sin rival que llegue a su nivel. Descartando las áreas exclusivamente turísticas (calles llenas de neones, comercios de souvenirs, pequeños supermercados, etc.), desde el más sencillo restaurante tradicional hasta el hotel más lujoso, pasando por talleres y tiendas de artesanía y tejidos e incluso estaciones de transporte público, posee una iluminación dispuesta con una sensibilidad casi innata que roza la perfección. Lo que más fascina es la ‘penumbra’, que no oscuridad, que reina en todos los espacios. ¡La cultura japonesa no le tiene miedo a la falta de luz! Eso añade un color más a la paleta lumínica: el oscuro, que permite composiciones de mayor riqueza. Detalles del interior del hotel Hyatt Place Kyoto. Mezcla de iluminación ambiental difusa (tiras LED), directa puntual (iluminación de las mesas, cartelería y objetos ornamentales) y ornamental (luminarias de la barra y el suelo). Visión nocturna de la Pagoda de Hojan-ji en Kyoto. Visión nocturna del Santuario Yasaka en Kyoto. 13 EXPERIENCIA
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