A partir de superficies tridimensionales se consiguen los efectos visuales en la obra. Fotos: Jordi González. terísticos de la arquitectura romana y gótica, se convierten en lienzos dinámicos que permiten a los creadores jugar con luces, sombras y colores, generando ilusiones ópticas que pueden simular movimiento, profundidad o incluso transformar el espacio escénico en distintos escenarios virtuales. En ´Pinocchio´ el uso del videomapping transporta al público a través de los diversos y fantásticos escenarios del cuento de Collodi. Desde la pequeña cabaña de Geppetto hasta el colorido y caótico mundo del teatro de marionetas, las proyecciones dan vida al hábitat de la historia y a las aventuras que el entrañable niño de madera vive en su viaje interior. Un recurso que también permite una mayor interacción entre actores y el entorno, ya que pueden moverse y actuar dentro de estos espacios transformados digitalmente, integrando la narrativa con la tecnología de manera orgánica. Esto no solo enriquece la historia que se narra, sino que también permite una flexibilidad escénica sin precedentes, donde una misma estructura física puede representar múltiples ambientes y épocas, simplemente alterando las proyecciones. La integración de la ‘Arquitectura Phygital’ en el teatro lleva esta evolución un paso más allá. Phygital es un término que combina lo físico y lo digital, y en el contexto teatral, se refiere a la fusión de elementos arquitectónicos físicos con tecnología digital interactiva. Esta combinación permite crear escenarios que responden en tiempo real a las acciones de los actores o incluso a la interacción del público. Por ejemplo, los arcos de medio punto pueden ser equipados con sensores que, al ser tocados o atravesados, desencadenen cambios en las proyecciones o en la iluminación, creando una experiencia inmersiva y participativa. 56 ¡A ESCENA!
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