ICandela_CN51

PROTAGONISTAS Aún faltan disciplinas por incorporar, como la vídeoescena, que cada vez va cobrando más relevancia. Ya es raro ver un espectáculo que no tenga vídeo y esto es una disciplina tan importante como la iluminación. La Asociación de Autores de Iluminación ya incorporó a los profesionales de la vídeoescena por su importancia en el espectáculo. Todos los premios de Teatro, Max, ADE, Talia deberían tener ya un apartado para la vídeoescena. De todos sus trabajos, ¿cuáles son las piezas más destacadas de su carrera o que le hayan marcado como profesional de la iluminación? Uno mira hacia atrás y, posiblemente, los recuerdos que más te acompañan son los de tus inicios, donde alguien creyó en ti y te permitió empezar en esto de una manera profesional. Mi aval en estudios era inexistente, mi talento siempre estaba por demostrar y solo cabía la posibilidad de que alguien confiara en ti. Fui afortunado y reconozco que tuve gente muy importante a mi alrededor, que me apadrinó y a los que estoy agradecido eternamente. Acompañé a grandes directores de la escena que pensaron que yo podría hacer un buen trabajo con ellos. Paco Nieva, Miguel Narros, José Luís Alonso Máñes, Gerardo Vera, Andrea D’Odorico o Tomaz Pandur. Son muchos los que confiaron en mí, pero permitirme que solo cite a los que tristemente ya no están con nosotros. Ellos y otros muchos con los que sigo colaborando me han enseñado el camino. ¿Cuáles son los trabajos que tengo más metidos en mi corazón o en mi alma? Posiblemente los primeros. Recuerdo la inauguración de la Compañía Nacional de Teatro Clásico con el ‘Alcalde de Zalamea’, la del Valle Inclán con Gerardo Vera con ‘Divinas palabras’ o el del Teatro Real con Paco Nieva con ‘La vida breve’ y ‘El sombrero de tres picos’. La inauguración del Teatro de la Maestranza y del Teatro Central en plena Expo 92. Grandes trabajos que destacan más por su significado, por la oportunidad y responsabilidad que me dieron. Cuando empecé tenía 22 o 23 años, es fácil suponer y entender que me resulte muy difícil con la cantidad de obras en las que he intervenido. Acabo de terminar de reponer ‘Rigoletto’ en Bilbao, una producción del Teatro Real con Miguel del Arco, que ha sido tan complicada como atractiva y de la cual me siento muy satisfecho. En estos momentos estoy preparando, junto con Carlos Torrijos, iluminador con el que colaboro puntualmente, los diseños de la iluminación de los dos próximos musicales para el Teatro del Soho en Málaga, dirigidos por Antonio Banderas ‘Tocando nuestra canción’ y ‘Gypsy’. Entre medias estrenaré, con el Ballet flamenco de Andalucía, la obra ‘Pineda’, dirigida y coreografiada por Patricia Guerrero en los Jardines del Generalife de Granada. Sigo muy entretenido con la luz. Al inicio de esta entrevista comentaba que había aparcado la carrera de magisterio por la iluminación. Sí, aunque no me he desligado del todo de la labor docente. Juan Mayorga, director del Máster de Creación Teatral de la Universidad Carlos III, me invitó a participar dando una serie de talleres sobre iluminación y ya llevamos 10 años y sigo colaborando con él. Mi problema con la docencia viene de la necesidad de formalizar unos conocimientos que he adquirido de forma autodidacta, sin orden ni concierto. Para dar clase y enseñar algo tienes que tener formalizados todos los conceptos y ahí está mi problema que me lleva muchísimo tiempo y siempre dudo si lo estoy planteando adecuadamente. Lo que sí procuro es que se lo pasen bien y meterles un poco de interés por el conocimiento de la luz de una forma práctica. Para terminar, podría comentarnos ¿qué le queda por hacer? Siempre me queda mucho por hacer, personalmente viajar, conocer, visitar, leer… pero si te refieres a lo profesional mis amigos y allegados me dicen que podría dirigir, aunque me da mucho respeto. Reconozco que es un tema que me ha rondado por la cabeza en varias ocasiones. Tengo pendiente escribir y reflexionar sobre la luz, que siempre está bien para las futuras generaciones. Todo se andará sin mayor pretensión. De momento, me conformo con seguir haciendo luces para contar historias que nos entretengan y nos ayuden a entender la vida. n 'Detener el tiempo', intervención de Juan Gómez-Cornejo en la pasada edición de LuzMadrid en el monumento de Alfonso XII en el Retiro. 49

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