brillantes, pero la sucesión de elementos los aleja simultáneamente. Esto, sumado al fondo negro, genera un espacio plástico muy rico, que se asemeja más a una composición plana que tridimensional. En este caso, todos los usuarios con ceguera parcial logran una visión muy similar, en la que solo en el caso de tritanopia (B) el último color destaca más por su luminosidad, respecto a su colindante. Este hecho se reitera en la ceguera total, donde además el primer plano se ve intensamente afectado, pasando a ser un color verde oscuro con poca luminosidad. Por otra parte, tanto en el caso de la protanopia (R) como de la deuteranopia (G), el segundo y tercer color se funden debido a su luminosidad similar y la pequeña extensión de ambos. Esto se reproduce también en los usuarios acromatópsicos monocromáticos, donde el contraste entre las diferentes partes es mucho más sutil que en el resto de los casos. Al utilizar series repetitivas de colores para potenciar la profundidad del espacio es fácil generar interferencias con los usuarios de visión alterada, ya que es difícil predecir su percepción. Si no se tiene en cuenta la luminosidad y brillo de los tonos, y teniendo en cuenta que la superficie iluminada cada vez se ve más pequeña por la propia perspectiva, es fácil terminar mezclando franjas, de modo que el efecto se pierde en gran medida. Caso 4, The inner way (Fig. 6) Se trata de una iluminación contrastada entre un primer plano cálido y un fondo frío. El color cálido, además, posee una luminosidad muy superior al fondo, generando una sensación de profundidad muy acusada para los receptores con visión hegemónica. En contraste, los usuarios con protanopia (R), ya sea ceguera total o parcial, perciben un espacio de características muy similares al original, debido a la ausencia de color rojo en la composición. Sin embargo, receptores con deuteranopia (G) perciben tonos más anaranjados en su primer plano que siguen contrastando igualmente con el fondo frío. Respecto a los usuarios con tritanopia (B), sí que existe una diferencia remarcable entre los que tienen ceguera parcial o total, aunque en ambos casos se detectan colores menos saturados, tanto en el primer plano como en el fondo frío. Por último, respecto a la visión monocromática, se mantiene la contrastada percepción entre el fondo y el primer plano a pesar de la ausencia de color, gracias a la luminosidad de los mismos. De este modo, trabajando tanto diferencia cromática como de tono y luminosidad, se logra la misma sensación para todos los usuarios que visiten el espacio, a pesar de haber diferencias puntuales entre ellos. Fig. 6. Composición propia. Foto original de James Turrell. Variaciones generades por Andrés Echarri Alonso a través de la plataforma Colblindor. 13 AULA CD
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