viendo el espacio monocromático, con variación de tonos respecto al original, los usuarios con deuteranopia (G) alcanzan a diferenciar dos colores en la composición. Sin embargo, esto no tiene por qué aumentar el contraste entre las superficies, ya que como se puede contemplar en los que padecen de ceguera total, el contorno del fondo se difumina. En los casos de monocromatismo la saturación se ve disminuida, pero el contraste se mantiene gracias a la diferencia de luminosidad de los cerramientos. Se puede concluir diciendo que, aunque el efecto no se reproduzca de forma idéntica, ya que hay una pérdida general de la brillantez de los colores, en ninguno de los casos se llega a perder la sensación buscada por el diseñador. Y es que, al tratarse de un espacio monocromático, el trabajo sobre la luminosidad y brillo de los cerramientos es exhaustivo. Gracias a esto, las personas con discapacidad visual sí que son capaces de percibirlo. Caso 3, Museo James Turrell (Fig. 5) La variedad cromática planteada asociada también a un ritmo espacial, en la que los colores más luminosos se sitúan al fondo de la composición, genera una sensación de profundidad alterada, ya que por una banda se acercan los colores 12 AULA CD Fig. 5. Composición propia. Foto original de James Turrell. Variaciones generades por Andrés Echarri Alonso a través de la plataforma Colblindor.
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