CN49 - iCandela

PROTAGONISTAS ¿Quién es Carmelo Zappulla? Soy arquitecto y actúo un poco de director de orquesta. Si bien la arquitectura abarca aspectos científicos y técnicos, mi pasión radica en entrelazar y coordinar diversas disciplinas. El arte es una de ellas, es un componente esencial de este ecosistema. Si bien las etiquetas puedan facilitar la comprensión, no tengo una única perspectiva, evito encasillarme. Quizás en el futuro se acabará definiendo, pero por ahora me siento cómodo en todas las escalas del proyecto, desde crear piezas de arte, interiorismo, exposiciones, arquitectura, urbanismo... Cuando se dibuja un proyecto, al final los parámetros pueden cambiar, pero la metodología siempre es la misma. La luz es uno de los elementos que más le atraen en sus proyectos. ¿Por qué? ¿De dónde le viene esa fascinación? La luz es realmente uno de los elementos fundamentales de la vida. Vivir en una casa con poca luz te deprime. En mis proyectos, aunque la iluminación artificial tiene un papel predominante, siempre busco aprovechar la luz natural cuando es posible. Además, me interesa explorar la interacción de la luz tocando las texturas del espacio. Hay una parte de la luz que es la parte mágica, casi de sorpresa, que no solo es una luz funcional, sino que puede generar emociones, que anima un espacio, que lo hace dinámico. Una proyección no nace para iluminar, pero al final está iluminando y es una lámpara que provoca ese efecto mágico en el espacio porque lo transforma. Por ejemplo, ahora en estos tiempos estamos muy interesados no solo en la tecnología del LED que se puede programar y dinamizar, sino también en la iluminación con neones, con gases que dan la posibilidad de generar estas luces que iluminan poco, que son casi transparentes y que te permite mirar a través, generando casi un juego con el vidrio que la contiene. Esa capa artística es la que más me interesa, siempre en búsqueda de oportunidades para inventar y experimentar. Cuando trabajamos en el proyecto expositivo del pabellón de España en la Expo de Korea, jugábamos mucho con la luz que se pasaba a través de líquidos, como el agua, y luego lo aplicamos en el restaurante Alkimia, con una instalación que incluía unas probetas con líquidos y luces. Este tipo de juegos e inventos son los que me interesan. Luego hay una etapa, en la que colaboramos con técnicos, para que se respeten estándares normativos, pero, por ejemplo, hicimos un trabajo para Vicio y ahí la luz era muy importante ya que estaba integrada en el mobiliario. Es una capa mágica que va más allá y esto lo tenemos muy claro en nuestro estudio, sobre los efectos que queremos generar. En este sentido, su estudio se convierte en un laboratorio. Efectivamente. Muchas veces, como vimos en el proyecto de la tienda de sneakers y streetwear de Riad, conseguimos innovar. En este caso, trabajamos con la impresión 3D, donde en las juntas incorporamos una luz que genera un efecto de cascada, y eso por sí mismo es ya un experimento. Realmente, en cada proyecto buscamos innovar e intentamos que todas las capas tengan una narrativa, un cuento y una coherencia dentro del propio proyecto. Retomando nuestro último proyecto de Vicio en Almagro, Madrid, pensamos el interior como si fuera una ciudad, con unas fachadas que se inspiran en un edificio industrial, mientras que los interiores son casi exteriores. También pensamos la iluminación imaginando un espacio nocturno, donde la luz actúa sobre las mesas, como si fuera una terraza. Estamos creando por dentro unas fachadas de edificios, con neones que generan unas reflexiones y una dimensión casi infinita, siendo recursos que vienen de la misma narrativa del construir, en este caso, transformando una ciudad en un espacio interior. Detalle de Light Scape que emplea el gas Argon, una luminaria diseñada por Carmelo Zappulla para HoperAperta en Milano Design Week 2022 y Casa Seat en Barcelona y que, actualmente se encuentra expuesta en el Institute of Technology de Nueva York. 44

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