Sin embargo, lo más remarcable es su apuesta monocromática al rosa. Este ‘delirio pink’ se manifiesta en mobiliario, paredes, vajilla… e incluso en las oníricas luminarias que colman el local, que destacan por un color cálido que aporta narrativa al contexto del espacio. Sin embargo, de todos los rincones de este Beverly Café destaca el mural, obra de Gamuzacraft, que es una oda a la artesanía local. Está compuesto por más de 600 escamas de piel de vacuno nacional, pero en degradados rosas, para mantener la monocromía del lugar. Todas las luminarias, así como los más de 25 globos hechos en fibra de vidrio en Milán, hacen un juego casi acrobático en el techo de espejo, como si de un circo invertido se tratase. Hay cuatro bancadas media-luna con respaldos tubulares minimalistas con guiños retro, que se conjugan con butacas y reflejos lumínicos, por supuesto, con haz de luz en rosa. n En este establecimiento no solo el mobiliario, las luminarias y las paredes son rosas, ya que la vajilla también es una firme a puesta al ‘delirio pink’. 31 REPORTAJES
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