A lo largo del paseo se analizaron distintos tipos de luminarias urbanas en función de su forma o de su fuente de luz (sodio de alta presión, LED más antiguo, LED más moderno…). Se analizaron también los distintos tipos de cartelerías luminosas de comercios, destacando la de un restaurante mexicano que estaba realizada con neones tradicionales de distintos colores, e incluso se compararon distintas entradas a aparcamientos. Entre otras cosas, se concluyó que una correcta iluminación nocturna favorece el aumento de la vitalidad económica de los barrios, animando a los usuarios a disfrutar de los comercios y de las distintas ofertas culturales, tras la puesta del sol. Asimismo, la iluminación urbana ayuda a mejorar la salud tanto física como mental, ya que extiende las horas en las que poder salir a caminar o hacer ejercicio y favorece los encuentros sociales. Finalmente, un nivel de iluminación adecuado incrementa la sensación de seguridad y confianza. La Lighting Designer y activista de la Luz, Leni Schwendinger, con su megáfono al inicio de la actividad. A la izquierda, iluminación mal ubicada en la ‘Superilla’ de Sant Antoni; A la derecha, neones de colores en la entrada de un local de restauración. 11 EXPERIENCIA
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