Buscando un estado de sosiego y de estimulación de los sentidos en paredes y techos destacan los ‘pétalos’ delicados y retroiluminados por LED RGB (Rojo, Green y Blue) que se combinan para producir más de 16 millones de tonos de luz, aportando a su vez más intimidad y sentido poético al espacio. De este modo, la iluminación juega en este acogedor ambiente, en el que predomina el uso de unos colores que se adaptan al menú gastronómico del chef Nacho Manzano, adquiriendo distintas tonalidades según el contenido del menú de la temporada. La base lumínica de este proyecto siempre se mantiene en una cálida temperatura de luz (2700°K), tanto para los focos sobre la mesa y la barra como algunos de los ‘pétalos’. La idea final del proyecto es crear una atmósfera inmersiva generando distintos efectos escenográficos, que convierten la vista en otro de los sentidos impactados además del gusto y el olfato. La luz también forma parte de esta experiencia culinaria. De este modo, cuando el menú incluye carne de caza, la luz adquiere un suave tono rojizo; si el pescado se convierte en protagonista del plato, la luz refleja un tono más azulado para enfatizar este discurso poético. n 30 REPORTAJES
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