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61 URBA La materialización no estuvo exenta de dificultades al vetar el ayuntamiento durante la etapa del alcalde Arias Navarro, bajo una supuesta dificultad técnica, la instalación de la ‘Sirena varada’ de Chillida. Sin embargo, el alcalde José Luis Álvarez en 1978 tomó la decisión de colgarla definitivamente en su emplazamiento original, tras haberse realizado un profundo estudio de las condiciones técnicas de la obra de ingeniería. La ‘Sirena varada’, con sus 6.150 kilos de hormigón quedó por fin instalada el 2 de septiembre de 1978. El estudio de la iluminaciónmuseográfica y propuesta de la mejora de la iluminación monumental de este espacio fue encargado a Intervento por la D.G. de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Madrid, coincidiendo con la reciente reforma urbanística del entorno. La primera decisión que se tomó desde el estudio fue rescatar la iluminación de origen consistente en una serie de casetones empotrados en la cara inferior del tablero del puente, en cuyo interior se hallaban instaladas luminarias de fluorescencia tradicional. Obviamente, esta iluminación resultaba insuficiente, pero el equipo consideró que formaba parte de la imagen original del puente de finales de los años 70 y, por tanto, se propuso su adecuación a tecnología LED, así como la sustitución de los plafones de policarbonato opal ya deteriorados o desaparecidos. Por otro lado, para asegurar el suficiente nivel de iluminancia y uniformidad sobre el pavimento transitable bajo el puente, en los casetones de mayor tamaño, se añadieron dos líneas de luz continúas compuestas por luminarias de óptica extensiva mejorando notablemente el ambiente visual nocturno. La longitud de estas líneas dependía también de la altura sobre el suelo. Estos dos sistemas de iluminación general: huecos y distribución simétrica de luminarias lineales, quedaban integrados en la estructura del puente, ya que no dejaba de ser el ‘techo’ del museo de escultura. Junto con ello se planteó la iluminación de las esculturas eligiendo cuidadosamente la posición de focalización, de modo que se aproximara a lo que se puede considerar como la dirección principal de observación de las mismas. Obviamente al no tratarse de escultura figurativa la elección de dicha dirección no deja de tener un punto de subjetividad en el planteamiento. En ‘Unidades yuntas’ de Serrano se aprecia la luz cenital, que se centra en estos núcleos. Foto: Intervento.

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