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PROTAGONISTAS Otro de los grandes problemas que, por ejemplo, hemos sufrido ha sido la baja calidad de la temperatura de color cálida del LED, que sigue estando aún por debajo de la incandescencia. Una situación equivalente a cuando empezaron las cámaras de fotos digitales, cuya esencia binaria las hacia claramente inferior a los sistemas analógicos. En ese caso había que buscar una solución de compromiso entre ahorro energético y la calidad de la iluminación. Con esto quiero decir que la tecnología, sobre todo cuando es nueva, no es ninguna panacea, pero necesariamente los que nos dedicamos a este mundo tenemos que seguir presionando con nuestros diseños, para que dicha tecnología avance en la dirección correcta. Un proyecto como el parking Núñez de Balboa solo se pudo llevar a cabo porque la tecnología existía y ya la teníamos domada. Para el público en general, que no se ha asesorado en este campo, el efecto del LED ha sido ciertamente negativo, pues enormes instalaciones se han sustituido de incandescencia o similar hacia LED sin ningún criterio, perdiéndose la oportunidad de simultanear la inversión, para el ahorro energético, con los rediseños de los criterios de iluminación de esos espacios para hacerlos más amables con los usuarios. ¿Qué tienen de particular sus proyectos de iluminación? Son instalaciones extremadamente poéticas, pero a la vez radicalmente funcionales. Quiero pensar que hay en nuestro trabajo una actitud optimista y confianza en el futuro, lo que produce experiencias muy lúdicas que empatizan con el usuario. ¿Qué quiere contar a través de la luz? Una historia única narrada a través de un hilo conductor que ordena todo el sistema de iluminación, que se concreta en una experiencia inmersiva para el usuario. En ese sentido, hay tantas historias que narrar como proyectos y, para ello, la arquitectura, el interiorismo y la iluminación van todos a una. ¿Cómo se ilumina en la actualidad y qué tipo de iluminación marcará el futuro del sector? En estos últimos años, las empresas promotoras más profesionalizadas de todo tipo de edificios son conscientes de que hacen falta especialistas en iluminación. Los demandan, pero no saben a quién elegir, y este es el punto clave de partida. Hay interés en el asunto. Al igual que en la arquitectura, la clave para un buen proyecto de iluminación es el talento y, a continuación, la técnica, así que en la medida que el sector entienda que esto es una industria creativa, los resultados serán cada vez más relevantes para la sociedad. ¿En qué está trabajando actualmente? ¿Qué nos puede adelantar? En New York diseñamos un nuevo concepto hotelero. En Miami estamos trabajando en un nuevo museo con una extraordinaria colección privada. En Chicago trabajamos en la renovación del Millenium Parking. En Madrid un desarrollo inmobiliario para Kronos Homes. Y en Andorra ya está en ejecución UNNIC, un Centro Gastronómico y de Ocio muy singular. En todos ellos, la iluminación va a jugar un papel decisivo. Vienen unos años interesantes. A nivel profesional, ¿le gusta explorar con la luz? ¿Qué hallazgos o qué innovaciones ha aplicado en sus proyectos? En mi recorrido profesional, descubrir la luz como disciplina ha sido una de las experiencias más reveladoras que he experimentado. Y te diría que lo más sorprendente fue descubrir un terreno tan virgen y con tanto recorrido. En realidad, esa especialización en el manejo de la luz surgió como una necesidad, para dar respuestas a nuestros propios diseños como arquitectos e interioristas hace unos 15 años. Diseñábamos espacios en los que queríamos crear ciertas experiencias y cuando buscábamos ayuda para resolverlos, desde el punto de vista de la iluminación, nos encontrábamos con que ni la industria estaba madura ni había colaboradores que pudieran darnos el soporte adecuado. No tuvimos más remedio que convertirnos en lighting designers para resolver nuestros propios problemas y, en la actualidad, también para ayudar a otros compañeros en este proceso. Uno de los resultados más satisfactorios ha sido ver cómo nuestras intervenciones en aparcamientos han creado espacios más seguros y confortables, para colectivos más vulnerables ante la delincuencia como son las mujeres. El diseño como un aura protectora es algo mágico. ¿Cuál cree que es el futuro de la iluminación? No tengo la menor duda que la iluminación es ya un valor en alza, porque es evidente para todos que la correcta iluminación de un espacio eleva la experiencia de usuario, y por tanto, sea cual sea la actividad se puede obtener un mayor rendimiento económico. Y cuando hay sentido económico las disciplinas crecen exponencialmente. Sin embargo, es nuestra responsabilidad como lighting designers aprovechar esa demanda, para crear espacios con sentido económico, pero que mejoren la calidad de vida y emocionen a los ciudadanos. n 59

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