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Las vías para que hogares y oficinas apliquen la iluminación circadiana a sus instalaciones son varias. Desde las más económicas, donde en función de la sala se instala un tipo de bombilla, a otras más avanzadas donde entra en juego la tecnología al regular automáticamente la potencia de la luz y temperatura de color, en función de la hora del día. Ana García, profesora de la LCI Barcelona y arquitecta especialista en el diseño de interiores, incide en que “desde que se inventó y desarrolló la iluminación artificial pudimos llevar a cabomuchas actividades nocturnas, que no habían sido posibles hasta esemomento, pero, a cambio, pagamos un alto precio desafiando nuestros relojes biológicos, cada vezmás desincronizados con la salida y a puesta del sol”. Para cumplir con esta iluminación circadiana también se puede optar por un diseño interior, donde prime la luz natural en lugar de la artificial. Por medio de ventanas o ventanales, las instalaciones pueden adaptarse al completo a la luz que proceda del exterior y, por lo tanto, cumplir con los principios de la iluminación circadiana. “Es importante acompañar a nuestro organismo a lo largo de la jornada, avisándolo con la iluminación que utilizamos en qué momento del día estamos”. La experta asegura que es recomendable establecer “luces cálidas en las habitaciones para simular el momento del amanecer o de la luz del este, luces más bien frías en las zonas donde se pase parte de la jornada trabajando, y luces templadas y también cálidas para el resto de estancias como el salón, sobre todo cuando se acerca el final del día”. PROYECTOS DE ILUMINACIÓN EN LAS URBES La concentración de la población en las ciudades ha provocado, a su vez, menos aprovechamiento de la luz natural. Además, en las urbes se acostumbra a vivir bajo mayor presión, por motivos laborales o de simple contaminación acústica y lumínica. Si a ello se le suma que, cada vez se usan más los dispositivos tecnológicos, que suponen estar más tiempo ante la pantalla, la cantidad de luz que recibimos a lo largo del día es notable. De ahí la importancia de la iluminación circadiana. Un reciente estudio de Harvard detalla que la gente que vive en ciudades y urbes pasa el 90% de su tiempo en espacios cerrados. Un porcentaje que podría ir a mayores, ya que la ONU prevé que en 2050 más de un 66% de la población se encuentre concentrada en núcleos urbanos. Sin embargo, en caso de que tendencias como la iluminación circadiana proliferen, la situación en términos de salud no será tan grave. n 15 APUNTES

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