EXPERIENCIA ¿PUNTO DE NO RETORNO ENTRE LUZ Y TECNOLOGÍA? Poco a poco, fueron apareciendo mappings para ser vistos con gafas 3D, brazos robotizados con láseres, tiras LED indexables controladas mediante sistemas de protocolo electrónicos, esculturas robóticas que emitían humo y luz, sistemas interactivos de captación de imagen mediante cámaras digitales que reproducían, en lienzos o mediante láseres, los gestos de los espectadores… A excepción del primero de los ejemplos que, en muchos casos de forma magistral, seguía interpretando un elemento arquitectónico para emitir imágenes en él y deformarlo, estos casos se centran, más bien, en el uso de la tecnología y van abandonando el uso poético de la luz como el ingrediente que simplemente nos ayuda a percibir y distorsionar un espacio. El paso final, al menos hasta ahora, de este proceso lo hemos encontrado en la instalación propuesta en esta edición de 2022 por Trevor Paglen como reflexión en torno a la inteligencia artificial y las herramientas de reconocimiento de imagen, incidiendo en el peligro que, a veces, pueden suponer. La luz se ha convertido en un ingrediente más de las composiciones, donde elementos como láseres o sistemas interactivos se combinan, para acentuar las recreaciones artísticas y arquitectónicas. Foto: Anna Benítez Vidal y Víctor Jordà Bordoy. 16
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